Seguramente alguna vez habrán visto la serie 'La que se avecina'. Esa que repiten una y otra vez en los nuevos canales de TDT. Su éxito se basa en personajes que rozan lo surrealista bajo una fachada de normalidad. Tienen máscara no solo ellos, sino también el sitio donde viven, una urbanización "de lujo" que anuncia unos servicios que, en realidad, no tiene.

Viendo lo ocurrido esta semana en el Aeropuerto de Badajoz, uno pudiera pensar que estaba en mitad del rodaje de la serie. El desencadenante ha sido el anuncio de la compañía aérea Helitt de suspender los vuelos a Barcelona. A partir de ahí, enfado de Extremadura y pataleta del señor Antonio Recio (Abel Pizarro) que dice 'pues ahora no juego', suspende todos los vuelos y se quiere llevar todos sus trastos del aeropuerto. Y para más inri, despide a 9 de sus trabajadores allí, que por cierto, como Coque el portero, no cobran.

Aún recuerdo el día en el que llegó a la redacción un email de Helitt, mostrando su interés por volar desde Badajoz. Entonces no la conocía casi nadie en Extremadura y la propuesta sonaba casi a risa. Llegaba como Amador y su capitán Salami . Negociábamos entonces con Ryanair y que su lugar lo ocupase una compañía con una flota de 3 aviones, parecía impensable. Muchos extremeños se veían ya en Londres, Berlín o Dublín a 9,99 euros por trayecto. No hubiéramos necesitado ni gimnasios con la fuerza que se hace para cerrar las mini-maletas que dan el pego como equipaje de mano.

Sin embargo la caída de Spanair dejó a Extremadura sin Ryanair. La compañía irlandesa prefirió centrar sus aviones en las rutas que dejaba la compañía española entre Madrid, Barcelona o Baleares. No había sitio ya para Extremadura y nos pegaron un portazo en la cara. En las oficinas irlandesas ya ni se ponían al teléfono.

Ahora, un año después, Helitt es la que no coge el teléfono. Con decenas de suspensiones de vuelos, la paciencia se ha agotado con una compañía que a veces parecía más bien de autobuses. Según la Unión de Consumidores de Extremadura los clientes afectados por las cancelaciones de vuelos no han visto ni un euro y es más, a algunos los habrían llamado para decirles que tienen un cheque a su disposición, pero que deben recogerlo en sus oficinas de Málaga. La compañía podrá alegar ahora que los vuelos van medio vacíos, pero claro, si el avión sale a las 12:20. Es como si el Leda que lleva a los funcionarios a Mérida saliera a esa hora de Cáceres o Badajoz ¿de qué sirve tan tarde?

La pregunta ahora es qué compañía quiere volar desde Badajoz. ¿Es rentable? Está claro que con buenos precios y con horarios adecuados, la gente responde. Ahí están las estadísticas. Pero la clave estará de nuevo en que no nos la cuelen y no nos den gato por liebre (o autobús por avión). Lo cierto es que llevando el Carnaval aún más lejos, si Extremadura se hubiera disfrazado esta semana de urbanización Montepinar, hubiera dado para varios capítulos.

Hemos tenido reunión urgente de una junta de vecinos que no se convocaba desde hace meses. El presidente de ésta, nuestra comunidad, ha propuesto una reforma electoral. Desemboque en lo que desemboque, parte de un acierto: el diálogo. El ciudadano está cansado de peleas políticas y de que se tiren centollazos a la cabeza.

XHEMOS TENIDOx también acto en el "Max & Henry". La asamblea se disfrazó por un día, con tantas luces de colores que algunos periodistas comentaban en el corrillo previo al acto, que incitaba a pedirse una copa. Bajo el envoltorio de ONE, un asunto de vital importancia para Extremadura: el reparto de los fondos europeos que llegarán hasta el año 2020. El algodón no engaña. Somos la única región española que está por debajo de la renta media europea. Algo no hemos hecho bien si otras comunidades han conseguido dar un paso al frente con esos millones de Europa, y nosotros no.

Decía José Antonio Monago , el presidente extremeño, que mantenía los billetes de avión hacia Bruselas a Guillermo Fernández Vara y Pedro Escobar . Gracias que Hellit no volaba a la capital europea.

Por cierto, a tomar por vuelo, querrán mandar esta semana los empleados públicos al presidente de la CEOE, Juan Rosell . Decir que muchos funcionarios tendrían que quedarse en casa con una subvención para que no gasten folios y teléfono es, como diría Stella Reynolds , un ataque gratuito. Si quería protagonismo, lo ha conseguido, pero el sucesor de Díaz Ferrán , no debe olvidar como se engrasan las cuentas de su organización. En 2010, movió 587 millones de euros. Siete de cada 10 euros eran de subvenciones públicas. La cifra da para unos cuantos folios.