--Se está tramitando la ley de renta básica y hay muchas voces que piden habilitar esa ayuda para todos los que no reciben ninguna. ¿Tan difícil es atender esa demanda?

--La agilidad con que hemos puesto en marcha la tramitación de esta ley ha sido ejemplar. Esto fue una promesa reiteradamente incumplida por el anterior gobierno extremeño, que dijo que no podía poner en marcha una renta mínima porque no había capacidad presupuestaria. Y el Gobierno de Monago ha demostrado que se puede hacer con voluntad política. Antes había cero euros para esta materia y ahora hay como mínimo 13,2 millones presupuestados, que para el año que viene tendrán que ser más. Lo que ponemos en marcha es un derecho subjetivo que reconoce a los extremeños la posibilidad de pedir a la Administración una renta básica que le permita atender sus cuestiones básicas. Además, es una ley que está ampliamente consensuada y que se ha enriquecido con las aportaciones realizadas por todos los que tenían algo que decir en esta materia sobre lo que era el borrador inicial. Pero yo no soy responsable del parón que ha tenido la ley en la Asamblea; quien la ha paralizado ha sido el PSOE.

--¿Cree que IU les presionará para que esta ley llegue a las 70.000 familias que no perciben ninguna ayuda?

--Si destinamos mucho dinero y no se cubren las expectativas supone que ese dinero lo estamos detrayendo de otras políticas. Y hay mucha necesidad. Lo principal de la ley es que se configura como un derecho subjetivo, lo cual nos permite decir que la Administración tiene la necesidad de poner encima de la mesa todo el presupuesto que sea necesario para garantizar la prestación de ese derecho. Esa es la mejor garantía de que se va a cumplir con ese derecho, porque no habría un límite presupuestario, y si hubiera una avalancha de solicitudes tiraríamos del fondo de contingencia. Ahora tenemos unos meses por delante para saber si las proyecciones que hemos efectuado eran las correctas; si sobra dinero o hacen falta más recursos. Y según nuestras proyecciones los beneficiarios del derecho serían entre 3.000 y 5.000. Como somos los últimos en poner en marcha la renta mínima de inserción, ya sabemos lo que está pasando en otras regiones. En Andalucía, por ejemplo, la cobertura es del 0,40% y llega a 31.000 personas. Nosotros, con 5.000 titulares, estaríamos llegando al 0,45%, la sexta comunidad con la tasa más alta en renta de inserción. Y yo pregunto ahora: por qué hay que destinar a la renta básica 83 millones de euros cuando el PSOE no puso nada; cuál es el criterio técnico para pedir eso; por qué más que Andalucía, que destina 61 millones y son 8 millones de habitantes. Los socialistas se están abrazando a una serie de colectivos sociales que están en una reivindicación, que por cierto son los mismos que le reivindicaron a Ibarra que no pusiera la refinería. Creo que eso lo pagarán electoralmente.

--¿Por qué si hay 70.000 personas sin ayudas lo solicita un porcentaje tan pequeño?

--Porque no es lo mismo el titular del derecho que el beneficiario. En muchas familias ningún miembro (o solo algunos) perciben ayudas. Calculamos que puede haber 5.000 titulares del derecho y 15.000 o 20.000 beneficiarios del mismo. Por eso la ley de renta básica es complementaria a otras ayudas; y va aumentando conforme lo hace la unidad familiar. No podemos entrar en la demagogia de muchos que se están manifestando para pedir 600 euros para 70.000 personas, porque entonces tendríamos que destinar a ese fin la mitad del presupuesto que tiene la sanidad en Extremadura, más de 500 millones. Eso no lo aguanta ningún sistema fiscal ni en España ni en Europa.

--¿Qué ha supuesto para el sistema sanitario y para los pacientes la implantación de la receta electrónica?

--Igual que critico actuaciones del señor Fernández Vara, también sé alabar cosas que se han hecho bien. Y esto se ha hecho bien y se están sumando ya otras autonomías. La receta electrónica ha supuesto un avance en la prescripción, que permite mejorar la atención al paciente y controlar el gasto sanitario. Y también nos permite ir por delante en la devolución a los pensionistas de la prestación farmacéutica.

--Desde la oposición les urgen la devolución del dinero cobrado de más. ¿Cómo está la situación ahora mismo?

--Se está devolviendo, aunque habrá gente que aún no haya recibido la devolución porque no ha llegado a los 7 euros que hemos establecido como mínimo para la devolución por lo que cuesta una transferencia bancaria. Es un sistema tremendamente complicado porque hay que cruzar un montón de datos de los usuarios y alguna incidencia tiene que dar. Creo que está funcionando, porque de los 200.000 pensionistas que hay en la región, las reclamaciones recibidas han sido 500.

--En el caso de la tercera edad, ¿qué actuaciones tiene su departamento previstas?

--El pasado año se pusieron en marcha muchos programas con motivo del Año Internacional del Envejecimiento Activo. Hay que aprovechar ese caudal de sabiduría que nos dan los mayores. Tenemos programas que ponen en común a jóvenes y mayores para que precisamente confluyan el empuje y la fuerza de los jóvenes con la sabiduría y capacidad reflexiva que tienen nuestros mayores.

--Su departamento también está volcado en estrechar lazos con los emigrantes.

--Extremadura siempre ha sido una comunidad con saldo positivo en emigración; la única por desgracia. Por tanto es muy importante estrechar lazos con los emigrantes y el presidente Monago tiene un contacto muy directo con los extremeños que viven fuera. A pesar de la penuria económica que estamos viviendo, vamos a seguir trabajando en ese sentido.

--¿Cómo son las relaciones con los inmigrantes, área también adscrita a su consejería?

--Tenemos unas relaciones magníficas. Hemos tenido unas cuantas reuniones con asociaciones de inmigrantes en Extremadura e intentaremos llegar a un acuerdo con ellos para ver cómo va a ser la prestación sanitaria que reciban. Vamos a seguir prestándoles atención sanitaria, y a los que no tienen papeles, también. Luego intentaremos cobrárselo a sus países de origen, como hace el Ministerio de Sanidad, por ejemplo, con Marruecos.