7.200 mujeres se ha sometido a los tratamientos de fertilidad en el Centro de Reproducción Humana Asistida (CERHA) de Badajoz, desde su creación en 2005 -el único público de Extremadura-, 288 de ellas lesbianas o mujeres solas.

Estos dos grupos de mujeres representan el cuatro por ciento del total y una media anual de 36 casos, aproximadamente, según los datos facilitados a Efe por la Consejería de Salud y Política Social.

El presidente extremeño, José Antonio Monago, garantizó el sábado pago del tratamiento a todas las mujeres "sin excepción", lo que incluye a lesbianas y solteras, en su discurso institucional con motivo del Día de Extremadura.

Monago se desmarcó así de la decisión que adoptó el Consejo Interterritorial de Salud el pasado 23 de julio, que estableció que ser "mujer estéril" será un requisito determinante para poder acceder a la reproducción asistida en el sistema sanitario público.

El Centro de Reproducción Humana Asistida (CERHA) de Badajoz es uno de los 37 públicos de España que ofrecen este tipo de servicios.

Las técnicas más habituales que se usan son la inseminación artificial y la fecundación in vitro.

El tiempo de duración del tratamiento varía en función de los problemas de fertilidad y las edades de las parejas.

Las mujeres más jóvenes generalmente tienen óvulos más sanos y los porcentajes de éxito son más elevados, ha apuntado a Efe la Consejería de Salud y Política Social.

Un impedimento para acceder a estos tratamientos, ha aclarado, es la existencia de enfermedades que contraindican un embarazo y/o aquellas patologías que puedan verse afectadas por los tratamientos hormonales a los que hay que someter a la paciente.

Para conseguir el tratamiento hay que acudir al ginecólogo de zona; la lista de espera es de dos meses, "mínima" en comparación con otros centros de España, según las mismas fuentes.

El perfil de los usuarios de estos tratamientos es mayoritariamente el de parejas de entre 35 y 39 años que llevan más de un año intentando ser padres.