El avión aterrizó en Barajas hace unos días, pero sus cabezas continúan al otro lado del charco. Después de un mes en Nicaragua, los 15 extremeños que han participado en la última edición del programa Jóvenes con América Latina han regresado con las maletas llenas, con mil historias para contar, con otras tantas vivencias acumuladas, con la conmoción de haber conocido un país empobrecido pero con la dignidad a flor de piel...

Aún así, también traen el bloqueo de no saber por dónde empezar a narrar. "Nicaragua es un país en revolución constante", les dijo el historiador Manuel Moncada el primer día. Esa revolución está ahora en sus cabezas. La desubicación, la interiorización y reflexión sobre lo vivido han marcado los primeros días de regreso. El trabajo duro para ser capaces de trasladar y dejar constancia de lo aprendido marcará la nueva fase.

El proyecto Jóvenes Voluntarios con América Latina , impulsado por la Consejería de los Jóvenes y del Deporte en colaboración con la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid) y la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (Aupex), tiene como objetivo la sensibilización de la sociedad extremeña a través de la transmisión que los participantes harán de lo vivido. Para ello están elaborando varios proyectos con los que mostrar distintos aspectos de la realidad nicaragüense, productos para la transferencia. Ramón crea una muestra de artesanía.

Laura escribe cuentos infantiles. M José, Sole y Laurina están dando forma a diez unidades didácticas. Katy hace un libro sobre la educación intergeneracional. Eva monta un documental. Samuel compara a la juventud extremeña y la nicaragüense. Bea está trabajando en un libro multielección. María Angeles escribe un periódico del sur. Oliver deja constancia de los valores que definen a la población nicaragüense. Silvia crea marcapáginas sobre medioambiente. Sergio hace una muestra de plantas medicinales y un análisis de la agricultura y ganadería. E Irene reflejará el papel de la mujer nica en sus múltiples facetas.

Miles de fotos, decenas de videos, cuadernos llenos de anotaciones, grabaciones, souvenirs, posts en blogs- y, lo que es más importante, imborrables recuerdos serán la materia prima para dar forma, durante la primavera, a todos estos proyectos. Aunque el objetivo es más ambicioso: crear un espacio temático sobre la cooperación, como idea piloto que puede llegar a ser itinerante o permanente.

Todo eso toca ahora. Un ahora escrito tras un después que aún no ha pasado, que todavía está muy presente. Después de un mes de estancia en Nicaragua. Un país empobrecido situado en medio de dos océanos, en medio de América del Norte y del Sur. Un país de paso, por tanto, que los 15 jóvenes esperan sea permanente; que lo vivido no se borre nunca, porque ya forma parte de su bagaje vital.

Y para que así sea cuentan con las conferencias a las que acudieron. Con los encuentros con hombres históricos como Edén Pastora o con políticos como el ministro de Cultura; o con nombres anónimos como los habitantes de la comunidad de Venecia o los de Ostinal. O los guías que acompañaron a los jóvenes en la ascensción al volcán Maderas... Todo ello enmarcado en su casa nicaragüense de Ticuantepe, ciudad cercana a Managua. Allí la Aexcid y Aupex han creado un centro de formación que busca ser referente en materia formativa en Centroamérica y que se convirtió en un hogar para la brigada extremeña.