Casada y con dos hijos, Rosa Delgado empezó a militar en el PSOE de Plasencia al terminar la carrera. Allí colaboraba siempre con el grupo de acción local de sanidad, hasta que finalmente pasó a formar parte de las listas autonómicas con Rodríguez Ibarra como tercera reserva. Ahora, trabaja en su primera legislatura.

--¿Cómo lleva su primera vez en la Asamblea?

--Me ha tocado una legislatura convulsa, por todo el terremoto cultural y económico que está aconteciendo en la época en la que vivimos. Está siendo muy interesante y la verdad es que lo estoy llevando bien. Trabajo mucho, pero también disfruto mucho.

--¿Qué impulsó a una enfermera a dar el salto político?

--No lo sé. Un poco por herencia familiar, por deuda con mis abuelos. Pero creo que una persona nace de izquierdas, de derechas o apolítico, no puedes luchar contra ello. Y en mi caso además, yo siempre he sido una persona muy comprometida.

--¿La política es una vocación?

--Tiene que tener mucho de vocación, pero solo con vocación no puedes ser un buen profesional, al igual que en la Enfermería o el Derecho. Se necesita también mucha formación y experiencia.

--Entonces, ¿qué es para usted la política?

--Habrá muchas definiciones, pero para mí, es el instrumento más necesario de la sociedad democrática. Creo que la sociedad se transforma sola pero que los políticos tienen que acompañarla. Por ello elegimos a quien nos representa.

--¿Cómo lleva su familia que se dedique a esto?

--Hay una mezcla. Los padres siempre se sienten orgullosos de los hijos, aunque la verdad es que los míos eso de las críticas no lo llevan bien: te conocen, saben que no eres un corrupto y les duele. Pero bueno, se compensa cuando te ven y te oyen hablar. De mis hijos, el pequeño bien también porque no ha conocido a su madre como enfermera. Al mayor le costó mas aceptar que su madre entrara en la Asamblea, pero ya lo tiene superado.