La mano izquierda y un tercio del mismo brazo son las secuelas visibles del efecto que la talidomida provocó en Francisco Reseco (Villanueva de la Serena, 1957) cuando ni siquiera había nacido. Hoy, 60 años después, recibe con satisfacción el anuncio de compensación económica que el Ministerio de Sanidad comprometió la semana pasada para los afectados de la talidomida, tras décadas de lucha ante uno de los mayores escándalos en el siglo XX de la industria farmacéutica en Europa Occidental. La alemana Grünenthal suministraba este medicamento a embarazadas para contener sus náuseas y comercializaba esta medicina, que provocó unas 20.000 víctimas en todo el mundo, bajo el lema ‘Tan inocuo como un caramelo’.

--¿Cómo valora el anuncio del Ministerio de Sanidad?

--La compensación prevista por el Gobierno es muy positiva, aunque llegue un poco tarde.

--¿Qué secuelas le dejó la talidomida?

--Me falta la mano izquierda y un tercio del brazo. Tengo una discapacidad del 47%. Internamente nunca me he hecho un análisis, pero hay muchos afectados a los que les ha provocado problemas cardíacos, hepáticos... Tienes muchas posibilidades. De momento no he tenido ningún problema. Y esperemos que así siga.

--¿Cómo cree que condiciona su vida?

--Creo que te resta oportunidades, pero por otro lado te lleva a tener un afán de superación cada día, de esforzarte en tu vida diaria. Si no hubiera sido por la talidomida todo hubiera sido diferente y quizás hubiera tenido otro modo de vida.

--¿Cuánto tiempo lleva luchando para que se les reconozca?

--Es una lucha de toda la vida. Mi madre tomaba el medicamento cuando estaba embarazada para evitar las náuseas. Con Avite (Asociación de Víctimas de la Talidomida) lo hemos intentado todo. Luego la vía judicial tampoco funcionó. Tras agotar todos los recursos judiciales en España llegamos a Estrasburgo, que no es que no nos diera la razón, sino que dijo que había prescrito. Las acciones judiciales prescriben pero no nuestras mutilaciones.

--¿Sabe cuántas personas hay en su situación en la región?

--Avite cuenta con unos 300 afiliados en España, cinco o seis en Extremadura. Pero los afectados son más. Hay unos 3.000 aquí en España.

--¿Qué le parece que el Gobierno asuma la compensación en lugar de la farmacéutica?

--El Gobierno la asume como responsable subsidiario, por haber permitido y mantenido la comercialización de la talidomida. En Estados Unidos por ejemplo no se vendió porque la autoridad competente de allí no lo autorizó.

--¿Qué hay del papel de la farmacéutica?

--Te puedo decir lo que diría cualquier persona con sentido común. Está probado que ya sabía los hechos y siguió suministrando el medicamento por puro objetivo económico. De todos modos me gustaría que nos centráramos en lo positivo, porque ya nos hemos puesto al menos en el buen camino.

--¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir para recibir la compensación?

--Todavía está muy en pañales. Sabemos que el Gobierno en principio va a hacer un registro de afectados para que reciban la compensación correspondiente. Y esperemos que entren todos.

--¿Tienen previstas más acciones?

--Nosotros hemos llegado judicialmente hasta el final. El Gobierno sí puede tener medios para que la farmacéutica asuma una reparación, tal y como ha ocurrido en países como Alemania.

--¿Querría añadir alguna cosa más?

--En el plano político sí que me gustaría resaltar un especial agradecimiento al diputado Francisco Igea, de Ciudadanos, que nos ha apoyado en nuestra lucha en todo momento y que además la tenían como objetivo prioritario de su programa.