La actividad taurina ha vuelto a doblar las manos en Extremadura en el último año. Los puyazos de la crisis económica se han traducido en un nuevo descenso de los festejos organizados en la comunidad autónoma, una disminución que se ha notado especialmente a nivel profesional, con menos corridas de matadores de toros y de rejoneo.

Los profesionales del sector se reunieron ayer en la Escuela de Formación Pública Nicolás de Obando, en Mérida, en el marco de unas jornadas de formación para delegados gubernativos, presidentes, veterinarios y empresarios. En ellas se presentó el balance de la temporada taurina 2011 en Extremadura. Según los datos de la Junta, el año pasado se celebraron un total de 805 espectáculos taurinos en la región, 12 menos que en el 2010 y 175 menos que en el 2007, el ejercicio récord en este tipo de eventos. Es el número de festejos más bajo desde el 2002.

Un factor significativo es que únicamente se organizaron 21 corridas con figuras del toreo, la cifra más baja de los últimos 15 años. Fueron cinco menos que en el 2010. De ellas solo cuatro fueron en la provincia de Cáceres y las otras 17, en la de Badajoz. El dato es llamativo si se tiene en cuenta que en el 2003 se celebraron medio centenar de corridas. También descendieron los festejos de rejoneo (26), las becerradas con profesionales (4) y los festivales taurinos (27). Por contra, en la última temporada hubo más festejos mixtos (31) y novilladas con y sin picadores (31).

Menos actividad para los profesionales y también menos festejos populares. El año pasado fueron 591, frente a los 615 del 2010. Aunque han aumentado los encierros, pasando de 48 a 66. La mayoría de estas celebraciones populares fueron en la provincia cacereña (510). En total se lidiaron 2.281 reses.

El Consejo Asesor de Asuntos Taurinos estudiará hoy en Mérida medidas para adaptar la regulación "a las necesidades y expectativas" del sector y para aprovechar "mejor" su impacto social y económico.