Las mareas ciudadanas crecieron ayer en Extremadura, como en el resto del país, para protestar en la calle contra el "golpe de estado financiero y económico" que está registrando España, coincidiendo con el 32º aniversario del intento de golpe militar del 23-F, de acuerdo con la convocatoria de diversas organizaciones y movimientos sociales. Las ciudades extremeñas registraron manifestaciones en las que participaron cientos de ciudadanos y en las que no hubo incidentes, salvo un pequeño rifirrafe en Badajoz.

La protesta más multitudinaria de la región fue la de Cáceres, donde participaron entre 5.000 y 6.000 manifestantes, según los convocantes. Así lo dijo a Europa Press Borja Rivero, integrante de varios colectivos cacereños, que señaló que la marcha fue "absolutamente pacífica" y en "un ambiente de fiesta".

En Badajoz, en torno a un millar de personas se concentraron en la Plaza de España y de allí se desplazaron hasta la Delegación del Gobierno, con una pancarta que hacía referencia al espíritu de la protesta. "Recordamos que hace 32 años hubo un intento de golpe de estado con las armas y ahora está habiendo otro con la política y la economía", resaltó Jon Alvarez, de uno de los grupos convocantes. La marcha fue pacífica, pero a su término se produjo un pequeño rifirrafe entre parte de los manifestantes y un grupo de ultraderecha que también participó en la protesta, informa F. León.

Unas 300 personas se sumaron en Mérida a una marea ciudadana en la que estuvieron presentes algunos de los acampados contra la renta básica que arrancó el miércoles frente a la sede del Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe), que incluso transportaron una simbólica tienda de campaña, informa M. F. Maeso. También podían leerse carteles con lemas críticos como No es crisis, es estafa o Vine, vi y me vendí .

En Plasencia, la Policía Local cifró en 600 personas la participación en la marcha, que los convocantes elevaron a 1.500, informa E. Press.