LOS PRIMEROS

Envueltos en una publicidad que los dio a conocer como ´las píldoras de la felicidad´ a principios de los 90 aparecieron en EEUU unos nuevos antidepresivos como la fluoxetina, comercializada como Prozac.

LA INDICACION

Le siguieron ´el fármaco de la timidez´ y varios productos más, que mantuvieron como función principal el tratamiento de la depresión, pero que se recetaron también a los obesos que comen por ansiedad.

LOS EFECTOS

Esos nuevos fármacos coincidieron en ser inhibidores de la recaptación del neurotransmisor serotonina. Otra de sus características es la disminución de efectos secundarios, en especial de tipo sanguíneo, en comparación con los antidepresivos tradicionales.

LOS ANSIOLITICOS

Un fenómeno parecido sufrieron los fármacos contra la ansiedad. Las alertas ante su consumo masivo se dispararon hace un par de años. "Su empleo indiscriminado es arriesgado y puede crear dependencia", afirma la Agencia del Medicamento en el 2004.