La licitación de obra pública sigue sin mostrar signo alguno de reactivación en Extremadura. Hasta el 8 de mayo pasado, apenas si se habían licitado algo más de 23 millones de euros en la comunidad autónoma, de acuerdo a los datos facilitados por la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons). Estos importes suponen seguir en la misma línea del año pasado, en el que apenas se licitaron 144,6 millones de euros en todo el ejercicio, completando una caída del 42,4% respecto al 2015 y del 87,7% en comparación al máximo histórico, alcanzado en el 2009 con 1.171,2 millones de euros.

Como ahora, también en el arranque del 2016 apenas si hubo licitación pública. A mediados de abril de ese ejercicio, el agregado de las distintas administraciones era de solo 15,6 millones de euros. ««El inicio de año fue funesto. La Junta de Extremadura no tenía presupuestos y tampoco había Gobierno en España, pero es que este año la licitación sigue siendo bajísima», lamenta Joaquín Sánchez Chamorro, secretario general de Fecons. «A final de año suele haber un aumento, pero según lo que nos comentan las distintas administraciones, tampoco es que tengan previsto realizar grandes inversiones», añade. De seguir a este ritmo, al cierre del ejercicio no se superarían los cien millones de euros, poco más del suelo que se tocó en el 2012, con 68,8 millones.

POR PROVINCIAS / Por provincias, en los cuatro primeros meses del año algo menos de nueve millones han correspondido a la de Cáceres y 13,9 millones a la de Badajoz. Teniendo en cuenta la Administración inversora, la mayor parte de la licitación, alrededor de 15 millones de euros, ha venido por parte de la Administración regional, que ha destinado casi seis millones a la provincia de Cáceres y 8,5 a la de Badajoz. «Sigue la tendencia de la Junta a invertir bastante más en Badajoz que en Cáceres», subraya Joaquín Sánchez. Los distintos ministerios han sumado 3,2 millones de euros, prácticamente la misma cantidad licitada por el conjunto de los ayuntamientos de la comunidad autónoma, mientras que las diputaciones han aportado cerca de un millón más (procedentes en su totalidad de la de Badajoz).

«Lo único que se ha movido un poco es el tema del tren, pero tampoco es que haya supuesto unas cantidades exageradas», sostiene. En el caso de la provincia de Cáceres, de los 77,2 millones que se licitaron en el 2016, prácticamente 55 millones (un 71% del total) corresponden a la línea de alta velocidad entre Madrid y Extremadura. «Quitamos el tren en la provincia de Cáceres y es que prácticamente no hay inversión ninguna», resume.

Conforme a los datos de Fecons, el año pasado se cerró con 4.012 empresas cotizantes a la Seguridad Social dentro del sector de la construcción en Extremadura, la cifra más baja de toda la serie, que arranca en el 2007, cuando había 6.813. También bajó hasta el nivel mínimo de estos diez años el número de trabajadores dados de alta en actividades de la construcción en el régimen general, que pasó de 13.881 a 13.380 entre 2015 y 2016. En el 2007 llegaron a ser 45.061.

A juicio de Sánchez, «se ha estancado la caída» del sector, «pero todavía no podemos hablar de que se está incrementando la actividad. A lo mejor es que ya no se puede bajar más y se está en lo que es el nivel de mantenimiento indispensable de la infraestructura del sector de la construcción», resalta.

Los promotores, asegura, siguen teniendo «muchas dificultades» a la hora de encontrar financiación para sus promociones. «Si el suelo es del banco, sí que no hay problema, porque te lo financian al cien por cien. Pero en el momento en el que sea suelo propio, te exigen haber vendido un porcentaje muy elevado [de viviendas] y además no te financian más del 60% o el 70%», subraya.

Únicamente «en las obras de reforma» y en las de autopromoción se está produciendo cierto repunte, asegura.