Una caída de las licitaciones por encima del 60% en el último año, un desplome del 80% desde el 2009 y un inicio en blanco del 2016 suponen el peor escenario deseable para el sector de la construcción y el refrendo de siete años de caídas en el volumen de contratos y, como consecuencia, de empleo, en una actividad que, en ausencia de una industria de peso, sigue siendo un pilar en la región. La contratación pública tocó techo en el año 2009 con contratos por 1.224 millones en la región, que contrastan con los 258 que se firmaron en el 2015 y más aún con los 270.000 euros con los que ha arrancado un 2016 en el que en la construcción ya se habla de "parálisis", alimentada por la confluencia de la ausencia de presupuestos autonómicos y un Gobierno de España en funciones que, aún con presupuesto en vigor, no está poniendo en marcha inversiones. Ayuntamientos y diputaciones tampoco están contribuyendo a mover este escenario.

Las licitaciones sumaron 258 millones en el 2015, de los que 191 se ejecutaron hasta el mes de septiembre, según los datos de Seopan, el observatorio de la construcción. El volumen más importante llegó de contratos con la Administración central (113 millones) aunque la cifra es solo ligeramente superior a la aportada por el Ejecutivo autonómico (105 millones). Las administraciones locales (apartado en el que aglutinan a diputaciones y ayuntamientos) sacaron contratos por 39 millones.

IMPULSO DEL AVE Por administraciones, el mayor retroceso en los últimos 12 meses estuvo en el Gobierno de España, que destinó a Extremadura una quinta parte que en 2014, cuando llegaron más de 500 millones a la región a través de contratos públicos, principalmente por la partida que se destinó ese año a ferrocarriles, puesto que fue entonces cuando se licitó el grueso de os tramos de AVE de la región por más de 400 millones --sin la alta velocidad, el montante en licitaciones de 2014 habría estado más próxima a los 113 millones del último año--. Por ese motivo la contratación ese año duplicó a la de 2013 (243 millones) y multiplicó por 20 la que se había destinado en 2012 (23 millones). La aportación del Gobierno extremeño también cayó (un 20%), al igual que las administraciones locales, donde las licitaciones bajaron un 26%.

Por áreas, los últimos datos disponibles corresponden al periodo entre enero y septiembre del 2015 y suman 191 millones. De ellos más de un centenar se invirtieron en obra civil, principalmente en tareas de urbanización (49,27 millones) y obras hidráulicas (25,22 millones) y 88 millones se destinaron a contratos de edificación, principalmente a equipamiento social (espacios docentes, sanitarios, deportivos) con más de 55 millones.

SOLO URGENCIA "El sector viene muy tocado tras ocho años de caídas contínuas, de destrucción de empleo y de mucho esfuerzo y sacrificio que hacen que esto al final ni es negocio ni es nada, es ruina", resume José Luis Ibáñez, gerente de la federación cacereña de la mediana y pequeña empresa, Pymecon. Liga a esta caída continua de los últimos años a un mes de enero "en blanco", en cuanto a la oferta de contratos con la administración, "salvo cinco estaciones depuradoras que se han sacado por un procedimiento de urgencia fuera del presupuesto".

Precisamente el hecho de que Extremadura no haya aprobado aún el presupuesto del 2016 es una de las causas que en el sector de la construcción achacan a la paralización con la que se ha iniciado un año en el que habían depositado las esperanzas de recuperación, más aún tras un final de año marcado por un proceso electoral que ya redujo la actividad. "Pero la parálisis política a nivel nacional y la falta de presupuesto en la región tiene las licitaciones paradas", zanja Ibáñez que recuerda que sin presupuesto "no se sabe con qué dinero se cuenta, no se sacan obras, pero también afecta a los servicios y a muchos otros licitadores, no solo al sector de la construcción", asevera en comparación a las "buenas perspectiva" que tenían inicialmente para el 2016, principalmente porque comenzaba a haber algo de movimiento en la vivienda y se esperaba que acabara tirando de la obra pública. "Teníamos esperanza de iniciar el año con inversiones, más allá de las del AVE, que en Extremadura han supuesto el montante principal de las inversiones en estos últimos años y son obras muy sectorializadas, que además no recaen en empresas extremeñas", recalca el responsable de Pymecon, que apela a la "altura de miras" de los políticos "porque la ciudadanía demanda soluciones más allá del juego político que ellos tienen".

El gerente de la patronal extremeña, Francisco Javier Peinado, recuerda además que el sector de la construcción va mucho más allá a la albañilería e implica a sectores afines (metal, carpintería, electricidad, pintura, materiales de construcción, maquinaria...) sobre los que además "no se ha conseguido una reconversión". En todo caso confía en que en los próximos meses mejore la situación, aunque entiende que no será hasta que las cuentas extremeñas logren salir adelante. "El 70% de la inversión está cofinanciada con fondos europeos que se complican en un escenario de prórroga de presupuestos", recuerda Peinado, que atribuye a eso la actual "paralización".

POCO OPTIMISTAS Las federaciones de la construcción de Cáceres y Badajoz no son optimistas con el horizonte que plantea el 2016. "Cuando existan los presupuestos habrá que ver qué se destina a este sector y si es papel mojado o si puede solucionar algo, porque la situación no se va a solucionar si (la Junta) no tiene un concepto claro de lo que quiere y creo que no lo tienen", asevera José Antonio Calvo, presidente del colectivo de constructores pacenses (Apdecoba), que reprocha tanto a Vara como a Monago que "no han hecho nada" por parar la caída. "No hay más ayudas a la construcción que los planes de rehabilitación en los que se han empeñado y que no sirven para nada", explica "y para eso tiene que haber fondos, pero no los hay porque no hay una voluntad del Gobierno de ayudar al sector", añade.

Calvo recuerda que al retroceso del 60% en el último año en las licitaciones se une que "casi ninguna empresa extremeña se ha quedado con esos contratos" y que se están adjudicando con bajas por encima del 45% , "por lo que no se podrán terminar o dejarán a más de una empresa suministradora en el camino". Por eso reivindica, junto al consenso en los presupuestos, un plan de apoyo que cuente con el sector.

Por su parte el gerente de la cacereña Fecons, Joaquín Sánchez, se apoya en el volumen de licitaciones recogido en los boletines oficiales (BOE, DOE y BOP de ambas diputaciones) en el mes de enero como muestra del panorama. "Es el peor inicio de año que se recuerda, con licitaciones por 277.000 euros en la región durante el mes de enero, una cifra irrisoria", califica. Tanto, que si esa situación se mantuviera, a lo largo de este año el volumen total de licitaciones estaría en 3 millones de euros. En todo caso confían en presenciar a final de año "una recuperación" y en que la aprobación del presupuesto en Extremadura contribuya a dinamizar el sector y a crear empleo en una actividad que ha sido tradicionalmente un motor económico de la región.