¿Qué futuro le espera a la fábrica de Altadis en Palazuelo-Empalme tras este ERE? ¿Continuará abierta en los próximos años o es un paso más hacia su cierre? Las respuestas a estas preguntas varían en función del interlocutor. Los sindicatos son todo pesimismo; la compañía insiste en que mantiene su apuesta en Extremadura.

Lo cierto es que este nuevo expediente de regulación de empleo de Altadis, tras ser comprada por la británica Imperial Tobacco, constituye un paso más en el declive de la planta cacereña. Situada a apenas 9 kilómetros de Malpartida de Plasencia, esta fábrica de primera transformación del tabaco en rama llegó a contar con 144 empleados a finales de los años noventa. Hoy son 44 y en apenas unos meses quedarán 22.

"Habrá una reorganización del trabajo y un impacto negativo sobre la producción, porque 20 no pueden hacerse cargo de lo que hoy hacen 40", aprecia Jorge Tomé, secretario general de CCOO en Altadis. En su opinión, esta planta "queda muy desdibujada y su futuro es muy negro". No se atreve a pronosticar su cierre, aunque cree que es una opción posible.

Por su parte, desde Altadis insisten en el mensaje: "El compromiso con Extremadura se mantiene firme". Niegan que los planes pasen por el cierre y no dan datos de cómo afectará la reducción de la plantilla a la producción de la planta. Solo persisten en su compromiso : "como demuestra el acuerdo entre Altadis y Cetarsa, que representa la compra, por parte de Altadis, de 28.000 toneladas de tabaco durante los años 2009 y 2010. Eso equivale al 55% de las compras de Cetarsa y más del 40% de la producción española de tabaco en rama".

La situación no es nueva en Palazuelo, que entre 2002 y 2005 ya hizo frente a dos EREs que redujeron su plantilla de 144 a 54 empleados. Los motivos fueron similares: procesos de fusiones y la caída de ventas del tabaco negro. Porque la fábrica de Palazuelo recibe el tabaco en rama de los secaderos, lo bate y elabora las ligas que, en cajas de 200 kilos, se destinan a las factorías cigarreras, principalmente de Ducados y Farias. Pero la reducción de la demanda de este tipo de tabaco (un 63% en los últimos 10 años, según Altadis), obliga a reajustar la producción de la planta.