Caja Extremadura, El Corte Inglés, el Servicio Extremeño de Salud e Izquierda Unida tienen en común algo más que haber compartido titulares esta última semana en Extremadura. Todos llevan asociado, de uno u otro modo, el color verde.

Para el centro comercial ésta ha sido por fin su 'semana fantástica', aunque más bien habría que hablar del 'muro fantástico' de la burocracia que ha hecho que un proyecto así esté diez años en papel. Lo peor es que el empleo que generaría se necesita ahora pero el centro no llegará, como fecha más optimista, hasta 2016 o 2017. Por lo tanto, aún está muy verde.

Verde que en el caso de Izquierda Unida en Extremadura lleva meses difuminado. En todos los partidos hay familias que de una manera más clara o de forma más sibilina luchan por el poder. En IU esa lucha va camino de 'Guerra Civil'. Es más, los combates ya empezaron hace tiempo cuando varios líderes de las principales ciudades abandonaron la actual presidencia. Se unieron en torno a Margarita González-Jubete y 'La Mayoría', grupo en el que han ido sacando músculo estas semanas otros dirigentes de peso en el partido.

El pulso es, principalmente, con Pedro Escobar , al que casi han acusado de haber matado a Kennedy . Lo cierto es que él y la actual dirección no solo tienen frentes abiertos aquí, sino que también luchan con Madrid, con la dirección federal. Allí están hartos de una situación que se creó en julio de 2011 con la abstención que permitía el gobierno en Extremadura al PP. Cayo Lara quedó entonces con los pantalones bajados porque su 'mantra' era el de no permitir "ni por activa ni por pasiva" gobiernos del PP. Aquello les costó a los tres diputados extremeños un expediente informativo. Después, en diciembre hubo otro tirón de orejas con los Presupuestos y la pregunta ahora es si a la tercera irá la vencida. ¿Habrá expulsión esta vez? El vaso empieza a llenarse y la gota que puede colmarlo es hoy la celebración de la Asamblea en la que se debe votar la nueva dirección. Desde Madrid defienden que está anulada y que no debe celebrarse, pero también es cierto que hay mail en poder de Escobar que dice lo contrario. Es un claro ejemplo más de la hoy Izquierda Des-Unida. El asunto empieza a írsele de las manos a Cayo Lara, que ha convocado para el martes a Pedro Escobar y Margarita González-Jubete en Madrid para pedirles explicaciones.

Si la cosa se tuerce más, el de IU Extremadura puede ser el primer desahucio político de la crisis. "No quiero, ni me imagino ni puedo ponerme en el caso de que alguien me eche de mi propia casa, que yo he contribuido a construir y a mantener" dijo Escobar en julio de 2011 cuando se le abrió expediente informativo en Madrid. Ahora, algo más de un año después, y con varios 'impagos' a Cayo Lara, el desahucio parece estar más cerca.

El principal problema para los militantes, afiliados y simpatizantes de Izquierda Unida es que ninguno de los dos candidatos ha hablado aún de ideas, de futuro, de planes. Todo han sido acusaciones, defensas, zancadillas y rencores. La imagen de desunión puede costarle cara. De hecho, en 2007, una situación parecida terminó con IU fuera de la Asamblea y con muchos militantes negándose a votar a su propio partido.

El error es más grave ahora. En unos momentos de desafección política y con pérdida de confianza en los dos grandes partidos, IU tenía la oportunidad histórica de dar un paso cualitativo y convertirse en refugio de muchos extremeños hastiados por el bipartidismo.

XY SE PREGUNTARANx ustedes, ¿cómo me afecta tanta lucha interna en un partido? Pues más de lo que se piensan. La aritmética parlamentaria ha querido que hasta 2015, sólo 3 diputados, de los 65 que tiene el parlamento, tengan la llave de gobierno en Extremadura. Sí, sólo tres, y son de Izquierda Unida. Es más, esta última semana hemos escuchado a Pedro Escobar una frase que lo resume todo: "Si tenemos que tumbar al gobierno de Monago , lo tumbaremos, pero cuando nosotros decidamos". Una frase cargada de poder, que resume la importancia de lo que hoy ocurre en IU.

A todo esto José Antonio Monago, el presidente extremeño, ve los toros desde la barrera, pero sin morderse las uñas. Lo dijo tras ser preguntado por la situación de IU. Se le ha visto serio, casi enfadado, estos días al presidente extremeño, que ya el lunes vio como lo ocurrido en IU eclipsaba su conferencia política en Madrid. Allí pedía un gran pacto de estado, que aquí en Extremadura parece un imposible.

Otra vez tendremos, por ejemplo, lío presupuestos. La oposición quería que el gobierno consensuara con ellos algunas partidas en el proceso de elaboración, pero finalmente las cuentas llegarán mañana lunes al parlamento sin consenso previo. El PP prefiere dialogar, dice, en la cámara.

También hemos visto esta semana a Monago molesto con las cajas --si es que ahora pueden llamarse así--. Lamentaba haberse enterado por la prensa de la 'no-fusión' y pedía explicaciones urgentes.

Y por si fuera poco, la mejor noticia de la semana, la llegada de 40 millones de euros del Estado por el proceso de transferencias en sanidad, provocaba también problemas. Un debate sobre dónde destinar el dinero ha terminado con Monago y Fernández Vara enfrentados de nuevo.

El dinero que llega no se destinará finalmente a reabrir Puntos de Atención Continuada accesorios o eliminar algunos de los nuevos impuestos, sino a pagar deuda.

Precisamente en la sanidad, tenía Monago el último quebradero de cabeza. En una consejería donde los sillones directivos parecen quemar, el director gerente del SES, Albino Navarro , también se marcha. Dice, por "motivos personales y de salud". La noticia se convertía este viernes, en minutos, en la más leída de la edición digital con comentarios 'de guerrilla política' tipo "Se va Saruman , el del señor de los anillos" o "Al pan pan Albino vino y se fue", pero también otros que hacen reflexionar sobre lo ocurrido. Avisaban, quizá desde dentro, de los "cuchillos por la espalda" en varios dirigentes sanitarios. Quizá le toque al consejero revisar quiénes tienen acceso a las armas blancas y confiscarlas.

El fuego amigo, y el mejor ejemplo es hoy Izquierda Unida, es el más peligroso.