Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo". "Ni guardes el paraguas", podría apostillarse este año al conocido refrán. Así lo demuestran los datos facilitados por el Centro Meteorológico Territorial en Extremadura, según los cuales en la región se recogieron 76,17 litros de agua por metro cuadrado gracias a las lluvias del mes pasado, frente a los 43,74 litros registrados de media durante ese mes desde que se recopila esta información (1875, cuando se instaló el primer observatorio en Badajoz). Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de un dato aproximado que surge de calcular la media de los resultados obtenidos por los pluviómetros de diez estaciones meteorológicas repartidas por todo el territorio extremeño, pero en ningún caso definitivo, puesto que es imposible saber con exactitud cuánto ha llovido en toda la región.

Máxime cuando, como destaca el físico Vidal Luis Mateos, profesor de Meteorología y Climatología en la Universidad de Extremadura (Uex), se trata fundamentalmente de precipitaciones tempestivas, es decir, tormentas. "Son lluvias muy irregulares, o sea, que puede llover muchísimo en un punto y nada a 100 metros", explica, lo que significa que los datos de los pluviómetros no son tan fiables en estos casos. No obstante, son los únicos indicadores --junto con la variación del nivel de agua embalsada-- que nos permiten hacernos una idea de cuánto ha llovido. Y, de acuerdo con los mismos, parece que este mayo lo ha hecho con ganas.

Sobre todo en Coria, que se lleva el récord de los datos facilitados por el centro meteorológico extremeño, cuya estación ha registrado este mayo el triple de su media histórica (114,6 litros por metro cuadrado frente a 37,9). Le sigue Badajoz que, con 72 litros por metro cuadrado justo duplica su media, aunque en menor medida, todas las estaciones registran un incremento este año con respecto a la media que han registrado en todos los anteriores, si bien la región se queda lejos de los casos de inundaciones que se están dando en el norte del país.

"Evidentemente, ha sido un mes más lluvioso de lo habitual y no hace falta recurrir a los datos para darse cuenta de ello", comenta el profesor Mateos. No obstante, en su opinión no se trata de un fenómeno extraordinario, sino que más bien considera que la memoria es olvidadiza en lo que respecta al tiempo; "tendemos a olvidar otros meses en los que ha ocurrido lo mismo y consideramos extraordinario episodios que no lo son tanto", señala. En este sentido, recuerda otros refranes referentes al mes pasado, como "por mayo lluevan rayos" o "el mejor troncón , la vieja para mayo lo dejó". Y, ya en junio, probablemente no se lo ha quitado aún.