El 2007 ha sido un año, en líneas generales, seco. El Centro Territorial del Instituto Nacional de Meteorología (INM) ha realizado balance de los últimos 12 meses y las conclusiones son que el nivel de precipitaciones ha sido bastante negativo en comparación con las medias históricas. De hecho, una docena de comarcas extremeñas --Trujillo, Valle del Jerte, La Vera, Gata, Valencia de Alcántara, Las Villuercas, Los Ibores, Mérida, Badajoz, Jerez de los Caballeros, Los llanos de Olivenza y la Campiña Sur-- han visto reducidas las lluvias en más de un 30% respecto a lo habitual en el periodo 1971 y 2000, que es el utilizado como referencia a nivel internacional.

"Las precipitaciones han sido bastante bajas", reconoce el director del centro territorial en Extremadura, Adolfo Marroquín, que no duda a la hora de hablar de un "año seco". Eso sí, aún lejos de otros periodos en los que la sequía llegó a provocar incluso problemas de abastecimiento en algunos municipios de la comunidad autónoma. En este sentido, tanto desde la Confederación Hidrográfica del Tajo como desde la Junta se insiste en que, teniendo en cuenta las reservas existentes en los pantanos y embalses de la región, el suministro está garantizado como mínimo hasta septiembre.

"Desde enero hasta diciembre solo se han superado los 500 litros por metro cuadrado en el oeste de la provincia de Cáceres y en el sur de Badajoz. Es decir, es muy deficitario para la comunidad autónoma", indican desde el INM, donde concretan que la mayor parte de las comarcas tienen un déficit de más de 160 litros por metro cuadrado respecto a la media histórica. Especialmente grave es la situación en las Villuercas, donde las precipitaciones han sido hasta un 42% inferiores. Así, la estación meteorológica de Guadalupe, por ejemplo, ha registrado durante los últimos 12 meses 579 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual es que supere los 1.000.

En este sentido, las mayores reducciones se han registrado precisamente en las zonas más húmedas, como son el Valle del Jerte y La Vera --en Piornal, donde está la estación de referencia, han caído 500 litros menos de lo habitual-- o Los Ibores y Las Villuercas. Pero también en otras comarcas más secas, como es el caso de Mérida, han sufrido situaciones similares (-45%). Asimismo, en Badajoz el descenso ha sido de los más importantes (-33%). Por su parte, en la zona de Cáceres la variación ha sido mucho menor --las precipitaciones han descendido de 528 a 480 litros por metro cúbico, un 9%--.

TEMPERATURAS SIMILARES En lo que se refiere a las temperaturas, Marroquín asegura que se han mantenido en valores similares a las medias históricas. "Aunque las máximas tienden a subir y han sido ligeramente más altas, y las mínimas también han sido algo más bajas", apunta el responsable del centro territorial del INM en la comunidad autónoma.

En este sentido, sirve como ejemplo lo ocurrido en el mes de diciembre. En la localidad de Don Benito la temperatura media máxima ha sido de 14,8 grados --1,3 grados más de lo habitual en las últimas cuatro décadas--, mientras que la media mínima ha sido de 2,2 --cuando la media histórica es de 5 grados--. Algo parecido ha ocurrido en el resto de estaciones climáticas de la región.

A pesar de todo, Marroquín insiste en que hay que hablar de "normalidad" y que no es necesario levantar la voz de alarma, ya que un año es un periodo corto para analizar posibles cambios en el clima de un territorio y "tampoco se han producido fenómenos llamativos, porque no hemos superado ningún récord histórico en ninguna de las variables".

No obstante, algunos estudios que, como el que está realizando un equipo de investigadores de la Universidad de Extremadura (Uex) dirigido por el profesor Daniel Patón, advierten de que cada vez son más frecuentes los años secos mientras que se reducen los periodos húmedos.