Consuelo Calvo, una empresaria emeritense de 49 años, no se ha sentido nunca discriminada por motivos laborales. Y eso que lleva dedicándose 19 años a los negocios.

Empezó con una tienda de ropa y accesorios deportivos, Deportes Pablo , y, actualmente, sigue teniendo la misma tienda más otra de lencería, Claro de luna , lo que muestra la satisfacción de esta mujer con su trabajo.

Calvo afirma que nunca se le han cerrado las puertas para desarrollar su actividad como empresaria por su sexo, pero sabe que hay algunas mujeres que tienen dificultades para encontrar un empleo porque suelen tener más problemas como, por ejemplo, el cuidado de los niños. "Esta es una tarea de la que nos generalmente nos solemos encargar nosotras" .

En sus tiendas trabajan dos mujeres. Para elegir a la empleada de la de lencería tuvo en cuenta que fuera del sexo femenino "porque es lo que las clientas prefieren", pero para la de deportes lo que más valora es "que la persona sea honesta ya que la eficiencia suele ser la misma".