El alcalde de Almendralejo, José García Lobato, al que la Guardia Civil atribuye cuatro delitos en la investigación del caso Cofely encuadrado dentro de la operación Púnica, manifestó ayer que «no se están respetando las fases» de la investigación del caso. «No olviden ustedes que, como en todos los procedimientos, hay un proceso de investigación policial, una fase en la que tiene que decir un juez abrir fase de instrucción y luego ya, si el juez lo considerase, se abre una fase oral en la que se imputa un delito», señaló García Lobato, a preguntas de los periodistas.

En este sentido, indicó que en la fase policial declaró ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y «al día de hoy yo no tengo más información de la que veo en los medios». «Sigo en la misma situación que hace una semana», aclaró el alcalde, quien aseguró que está «con plena tranquilidad, con la conciencia muy tranquila y las manos muy limpias».

Este mismo informe generó ayer de nuevo un enfrentamiento entre el PSOE y el PP. Por su parte, los socialistas, que ya habían pedido la dimisión del alcalde por su implicación en el caso Púnica, resaltaron que los populares «mienten» cuando dicen que no está imputado judicialmente, ya que en julio declaró ante el juez como «investigado». De hecho, la portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, afirmó que «parece lógico» que por parte del alcalde de Almendralejo, José García Lobato, o el partido que lo sustenta, el PP, «se dé alguna explicación».

Por su parte, el presidente regional de los populares, José Antonio Monago respondió, a preguntas de los periodistas, que «no tiene nada que ocultar», como supone que ocurre con el presidente de la Junta de Extremadura en los casos de Feval y las exalcaldesas de Plasencia y Cáceres, Elia María Blanco y Carmen Heras, respectivamente. El líder popular señaló que en el caso de Almendralejo no hay «ni acusación ni condena» y que él siempre ha sido respetuoso con la presunción de inocencia.