Al final de la tractorada, Lorenzo Ramos se sentía "muy satisfecho" con la respuesta de los arroceros que, como dijo, "han salido a dar la cara para pedirle al Gobierno que modifique esa regionalización que discrimina a nuestra región". Ramos comparó esta situación a la vivida en el año 1997 con el cultivo del maíz: "Entonces nos quitaron 15.000 hectáreas y al final el Gobierno no tuvo más remedio que rectificar; ahora estoy seguro que pasará lo mismo y se dará marcha atrás, pues no hay ningún criterio para quitar a Extremadura 5.000 hectáreas de arroz. Es un robo a mano armada y una cacicada del Gobierno".

Ramos añadió: "Ya quisieramos nosotros en Extremadura, trabajar por la mañana en la industria y por la tarde en el campo, como hacen los catalanes o valencianos". Asimismo también hizo un llamamiento a otros líderes de colectivos agrarios: "No sé a quienes representan estos líderes agrarios que han estado intentando boicotear la manifestación".