El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres ha impuesto una condena de 1 año y 9 meses de prisión (la Fiscalía pedía 3 años) a cada uno de los cuatro trabajadores de las obras de la conversión en autovía de la carretera N-630 por provocar a mediados de julio del 2006 un incendio forestal que arrasó 1.800 hectáreas del entorno de la localidad cacereña de Cañaveral.

El juez declara a Francisco G. R., Pedro G. R., Pedro O. G. y Roberto O. M. autores responsables de un incendio forestal causado por imprudencia grave, por el que les impone la citada pena de prisión, pero ninguno de los cuatro tendrá que ingresar en la cárcel al ser la condena impuesta inferior a dos años y no tener ninguno antecedentes penales.

Además de la pena privativa de libertad, el juez impone a cada uno una multa de 1.450 euros, que sí tendrán que pagar, estableciendo el juez la sustitución de las mismas por penas privativas de libertad en caso de impago; y también el pago conjunto y solidario de 9.519 euros de indemnización a uno de los particulares perjudicados por el fuego, en concreto "por los daños sufridos en las dos fincas que fueron afectadas por el incendio del 12 de julio".

ORDEN PARA EL SUELO Por otra parte, el juez resuelve en su sentencia que la calificación del suelo en las zonas que se vieron afectadas por aquel gran incendio forestal "no se modifique en un plazo de 30 años, con el fin de preservar al mismo de usos que agraven la transformación del suelo de naturaleza no urbana, dificultando la regeneración de sus cualidades naturales", atendiendo con ello la petición que planteó la fiscal delegada de Medio Ambiente, encargada de esta causa.

Lo hizo en el juicio, que seis años después del fuego se desarrolló en tres jornadas, la de los pasados días 4, 5 y 6 de este mes.

Recordar que el incendio por el que estos cuatro trabajadores han sido condenados se inició a primera hora de la tarde del 12 de junio del 2006, cuando los ahora condenados realizaban la colocación de biondas en la que sería la conexión de la antigua N-630 con la nueva autovía, utilizando para ello un soplete, y el viento hizo que una chispa saltara y prendiera el pasto seco que había en la zona.

El incendio, que estuvo tres días activo, arrasó cerca de 1.800 hectáreas del entorno de Cañaveral, siendo más de un centenar los propietarios de terrenos que que se vieron perjudicados.