El catedrático de Antropología Social y director del Centro de Estudios de Migraciones y Racismo (CEMIRA), Tomás Calvo, asegura que los españoles en general y los extremeños y andaluces, en particular, han olvidado "pronto" que fueron "pobres" e "inmigrantes". Calvo efectúa estas afirmaciones después de ser recibido en Mérida por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, al que ha propuesto la realización de un estudio sobre la adolescencia extremeña.

Según recoge la agencia Efe, el antropólogo detalla que los españoles sufren de "amnesia histórica" y rememora la escena de cuando los emigrantes salían de su pueblo (Tornavacas -Cáceres-), con y sin papeles, con la maleta de madera, "un chorizo en el bolsillo" y el llanto de la familia detrás. "¿Usted cree que los jóvenes de mi pueblo y los extremeños saben de esa emigración?", se pregunta Calvo, que subraya que los españoles hicieron los mismos "trabajos sucios" que ahora están haciendo los inmigrantes en España.

El catedrático recuerda que a él, hijo de dos maestros, de clase media, los Reyes Magos le echaban una naranja y un poquito de chocolate. "Yo se lo cuento a mi hijo y me dice: 'papá, no nos hables de la prehistoria'. ¿Cómo de la prehistoria?", lamenta.

Los primeros emigrantes, hace 500 años, fueron los conquistadores Hernán Cortés y Francisco Pizarro, "¿por qué extrañarnos ahora de que los sudamericanos vengan ahora a hacer las Españas?".

Calvo explica que pretende hacer un estudio con los datos de Extremadura de la Encuesta Escolar 2008 Actitudes ante la Inmigración y cambio de valores, publicada en diciembre pasado, para compararlo con los de otro sondeo de hace 15 años.

La encuesta de 2008, en el caso de Extremadura, se hizo a 2.400 estudiantes de tercero y cuarto de Secundaria y primero y segundo de Bachillerato, entre 14 y 17 años, de 26 centros educativos pertenecientes a 15 localidades extremeñas.

Según su hipótesis, basada en algunos datos, la comparación reflejará que los adolescentes extremeños se distinguen "muy poco" de los del resto de España y, "para bien o para mal", han dejado de ser diferentes.

La radiografía del adolescente español que ha hecho es la de una persona que aprecia la libertad y su capacidad individual de decidir, abierta al mundo y solidaria, ecologista, con mejor relación con sus padres y más sincera.

Sin embargo, la falta de esfuerzo y sacrificio, el pasotismo respecto a las instituciones y la política, el relativismo moral y el egoísmo serían los "contravalores" que la definen, según Calvo.

El peso de la religiosidad, apunta, si es aún más fuerte en los jóvenes extremeños.

Según Calvo, los ciudadanos de Extremadura se diferencia de los de otras autonomías en que tienen una identidad regional muy fuerte, pero, a la vez, son abiertos y plurales, por lo que se sienten a la vez españoles y extremeños.