José Nogales Terraza, de 61 años, se desplaza a Mérida cada dos días desde Hornachos, donde reside, para visitar y acompañar durante unas horas a su tía, que se encuentra ingresada en el Hospital. Asegura que no le han puesto "ninguna pega" a la hora de entrar en el centro porque tiene el pase correspondiente para las visitas, una medida que considera acertada. "Yo veo bien que esté regulada la entrada de las visitas, porque los pacientes tienen que tener tranquilidad" .

En este centro se otorgan dos pases por enfermo. Uno permanente de 24 horas, y otro para temporal que solo se puede hacer uso del mismo entre las cuatro y las ocho de la tarde.

Asegura que en líneas generales los visitantes se comportan bien, aunque "a veces hay más ruido, según los días", por lo que "cuanta menos gente estemos es mejor para todos".