"Me metí en el CDS y fui concejal en Badajoz porque soy una persona de centro. La experiencia me dice que los políticos se convierten en mentirosos, en hipócritas, casi en unos delincuentes. En los cuatro años de concejal me divertí mucho, pero Adolfo Suárez nos vendió al socialismo porque estaba económicamente entrampado. Gracias al apoyo socialista conseguí cambiar el escudo de Badajoz demostrando que en lugar de llevar dos leones y dos columnas, debía llevar uno y una. Me desilusionó la política cuando el propio CDS me paró tres o cuatro cosas. Dejé la política convencido de que una vez arriba todos son iguales. Llevan distintos caminos, pero llegan al mismo sitio. Me dedico como historiador a ser lo más neutral posible".