El 2005 ha sido uno de los ejercicios más fructíferos para los cuerpos de seguridad extremeños en materia de lucha contra el narcotráfico, algo que también confirma que Extremadura se ha convertido en una de las rutas elegidas por los narcos para transportar la droga hacia el norte del país.

En el mes de marzo la Guardia Civil llevó a cabo en Plasencia la llamada ´Operación Nemo´, en la que logró incautarse de un alijo de 62,5 kilos de hachís y media docena de vehículos de gama alta, además de nueve detenciones.

En julio la ´Operación Bacalaho´, en la provincia de Badajoz, permitió la incautación de 200 kilos de cocaína ocultos en el brazo de una máquina excavadora. También en el mismo mes la policía intervino 2,2 kilos de hachís en Almendralejo y Villafranca de los Barros.

En octubre la policía desarticuló una red de narcotraficantes que distribuía cocaína en Extremadura y Portugal.

En diciembre la policía detuvo a 15 personas y se incautó de 1.500 kilos de hachís, el mayor alijo en la comunidad extremeña.