--¿Qué argumentos esgrime ante los antitaurinos para defender los festejos? --Primero, la fiesta de los toros es un arte, un evento cultural, y suspender o prohibir cualquier manifestación cultural es un ataque a la libertad de expresión. Y en segundo lugar, significaría extinguir la especie del toro del lidia. Está más que estudiado que sería inviable mantener miles de hectáreas de dehesas sin las ganaderías de toro de lidia. Esta especie animal existe porque existe esta tradición. Sin corridas de toros nadie se ocuparía de cuidarlos, de conservarlos. A los taurinos muchas veces nos llaman torturadores; los antitaurinos son exterminadores. Y entre ser torturador y exterminador, prefiero lo primero. Además, al toro se le da muerte en un combate y tras una vida buena. Al toro se le cuida y atiende con muchísima atención durante cuatro o cinco años.

--Pero el toro sufre en el festejo. --Juan Carlos Illera del Porta, veterinario, catedrático y director del Departamento de Fisiología Animal de la Universidad Complutense, tiene hecho un estudio sobre 3.000 toros lidiados en Las Ventas y concluye que el animal genera una serie de hormonas que le permite sufrir menos estrés y menos dolor durante la lidia de lo que parece. El toro segrega metaendorfinas y endorfinas, que son las que bloquean los receptores del dolor y mitigan el estrés. En el momento del pullazo es cuando el toro genera más hormona y cuando más receptores del dolor tiene bloqueados en el tálamo. Es cuando menos sufre.

--Pero, ¿no sufre o sufre menos de lo que se puede pensar? --Yo creo que sufre bastante menos de lo que podemos pensar. Y haciendo caso al estudio del doctor Illera digo que el toro no sufre.

--¿Consideraría maltrato dar un pullazo con la pica, poner banderillas o matar con el estoque a un caballo o un perro, como se hace con el toro? --En el caso de un perro o un caballo sí sería maltrato. Pero en el toro, no. Porque está científicamente demostrado que la glándula que segrega estas hormonas está mucho más desarrollada en el toro que en otros animales o especies, e incluso más que en los toros mansos.

--¿Aceptarían una suavización de las suertes del toreo: no matar en la plaza, como en Portugal, o suprimir los tercios de banderillas y picadores? --En Portugal, cuando terminan de lidiar al toro, lo meten en un corral y lo tienen allí hasta el día siguiente, con las banderillas puestas, hasta que lo trasladan a un matadero. Creo que es mejor que muera en la plaza y se acabó todo el sufrimiento. Así sufre menos. Y por otro lado, la moral de la lidia es una ética del combate, del poder contra el poder. No es una ética del fraticidio. Y por eso el hombre utiliza sus armas, la de la inteligencia y la astucia, contra las del instinto y la fuerza del toro.

--¿Qué piensa del debate abierto en el Parlamento catalán a instancias de la iniciativa popular que reclama prohibir los toros? --Creo que es un movimiento completamente político. Hay una ignorancia de independentistas y nacionalistas que les lleva a pensar o a fingir que las corridas de toro son algo netamente español y no tienen nada que ver con Cataluña. Eso es mentira, porque ha sido una tierra totalmente vinculada a la fiesta del toro.