Lusográfica, empresa radicada en Olivenza y dedicada a los trabajos de impresión comercial, está al borde del cierre. Esta firma cuenta con un 24% de partipación pública (alrededor de 1,4 millones) a través de Sofiex. El resto del capital está en manos del Grupo Lerner. Ayer, los 47 trabajadores con que cuenta actualmente la plantilla --llegó a tener 63-- comenzaron un encierro indefinido en las instalaciones de la empresa para exigir que los propietarios de la misma se sienten a negociar una salida.

El sindicato CCOO acusó al Grupo Lerner, accionista mayoritario con el 70% del capital, de provocar intencionadamente la quiebra. Según explicó Luis Cortés, secretario regional de la Federación de Comunicación y Transporte de CCOO, el propietario de la empresa se había dedicado en los últimos tiempos a derivar clientes de Lusográfica a otra empresa del mismo sector que poseía en Madrid.

Con ello habría logrado revalorizar la planta madrileña incrementando su cartera de clientes para poder venderla a mejor precio, mientras que Lusográfica veía cómo descendía su actividad al 20% de lo normal. Fuentes sindicales relataron que incluso el comercial que pagaba Lusográfica se dedicaba a captar clientes para la firma madrileña, y no para la de Olivenza.

CONCURSO DE ACREEDORES Esta actuación ha derivado en impagos a los proveedores, uno de los cuales denunció el caso y presentó concurso de acreedores en un juzgado de lo Mercantil. Esta petición ha sido aceptada "y las perspectivas son cerrar y que los trabajadores cobren del Fondo de Garantía Salarial, es decir, otra vez con dinero público", explicó Cortés.

El representante sindical señaló que Lerner llegó a Extremadura "con muchas promesas" --se llegó a hablar de que la firma contaría con cien trabajadores-- pero se ha dedicado a llevarse clientes a la otra empresa "para revalorizar aquella y hundir esta, en una estrategia muy estudiada". Según señaló, la única oferta por parte de la empresa ha sido "una porquería" que supone pagar 33 días por año de indemnización, de los que 13 serían a cargo del concurso de acreedores y el resto por el Fondo de Garantía.

Cortés denunció que esta empresa contó "con todas las facilidades" para su instalación en Olivenza, por lo que ahora exigen que los dueños negocien "y digan si tiene o no futuro, si hay comprador y si es viable y con qué plantilla, y que los que salgan salgan bien". Según explicó, "lo único que se pide es una negociación ordenada, que decida si puede continuar o se cierra".

Otras fuentes sindicales aseguraron que hay un posible comprador de Sevilla "pero los dueños están poniendo muchas trabas". La existencia de este posible comprador fue confirmada por fuentes de la Junta, desde donde se indicó que mañana habrá una reunión entre representantes de Sofiex y de Lerner para estudiar esta oferta.

SUBVENCIONES La instalación de Lusográfica comenzó a gestarse en el 2001. El Grupo Lerner recibió en Olivenza facilidades como la cesión de 60.000 metros cuadrados de terreno, una parte de ellos urbanos. La idea era invertir unos 20 millones de euros y generar 53 empleos en la primera fase que luego pasarían a 100.

Sofiex entró en el capital social con una participación del 42%, alrededor de 2,4 millones, aunque luego su participación se quedó en el 24%.

Además, se tramitó un expediente de subvenciones con cargo a los incentivos regionales que concede el Ministerio de Economía. En un primer momento (año 2004) este expediente contemplaba una inversión de 23 millones de euros y la creación de 41 puestos de trabajo, con lo que la subvención rondaría los 3,7 millones de euros.

Sin embargo, en el 2006 las cuantías se vieron radicalmente reducidas. La inversión prevista cayó a 8,8 millones y la generación de empleo a 11 puestos, con lo que la subvención se estableció en 1,4 millones. Meses después, a medidados del 2007 hubo una nueva reducción: se mantenía la inversión pero la generación de empleo caía a seis empleos, con lo que la subvención aprobada fue de 1,3 millones.

Además, la junta de accionistas de Lusográfica, en su reunión del 30 de junio del 2008 señalaba que durante el ejercicio del 2007 se habían producido pérdidas superiores a los 5,2 millones.

Para afrontar dichas pérdidas se acordó compensarlas con cargo al capital social, que se vio reducido en una cuantía idéntica, de manera que dicho capital quedó en unos 500.000 euros. Esta reducción afectó proporcionalmente a los dos accionistas, Sofiex y Lerner.

En el actual proceso concursal, Sofiex --desde donde se indicó que se está estudiando la situación para tomar una postura-- quedaría como un acreedor más que tendría que ir al concurso que se abra para recuperar la inversión.