Si la producción de energía renovable sigue la senda de crecimiento marcada en los últimos años en la región, no sería del descabellado que el Gobierno extremeño se planteara patentar una marca regional con denominación de origen. Más allá de las bromas, lo cierto es que Extremadura aglutina ya proyectos de energías renovables que superan los 1.200 megavatios (MW) de potencia instalada, por lo que los 3.500 MW con los que Red Eléctrica planea dotar a la región en el año 2016 no parecen inalcanzables.

Por ahora, es la energía fotovoltaica la más desarrollada en la región, por ser la que menor inversión precisa para su puesta en marcha, entre otros factores. A principios de año, Extremadura contaba con 141 plantas de este tipo con una potencia de más de un megavatio, que suman 391, y 138 de menos de un MW, que pueden producir unos siete más.

Esta cifra pronto podría verse incrementada por los megavatios producidos en las plantas termosolares, que suelen tener una potencia instalada de 50 de media (mucho mayor, en general, que la de las fotovoltaicas). Actualmente, la región cuenta con una de estas plantas en funcionamiento (en Alvarado) y otras siete en construcción.

Además, los 22 parques eólicos autorizados por la Junta tendrán capacidad para producir 501 MW. Actualmente, técnicos de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente analizan los proyectos de ejecución de 17 de estas iniciativa, que podrían comenzar a construirse el año próximo.