Otro paso más que permite que Extremadura siga teniendo en el sol una esperanza de futuro. Un importante proyecto que avanza y que moverá la economía regional; la comunidad sigue apostando por las energías renovables. La megaplanta de Talayuela, el gran parque fotovoltaico de 300 megavatios (MW), logra obtener la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, tal y como publicaba ayer el BOE, lo que supone la luz verde definitiva.

La empresa Genia Extremadura Solar, promotora de la instalación, tiene previsto invertir en torno a 300 millones de euros en este municipio cacereño; se espera la creación de unos mil puestos de trabajo en la comarca durante la construcción. No obstante, una vez que ya funcione, los empleos se reducirán a 50 para personal de mantenimiento.

FINAL DE 2019 / Ahora la previsión es que las obras comiencen antes de final de año, que duren un plazo de 12 meses y que antes de que acabe 2019 ya esté en marcha este parque solar, que producirá hasta 600 GWh/año de energía, lo que significa la potencia suficiente para cubrir las necesidades de electricidad de 150.000 hogares. O para abastecer el 10% del consumo anual de toda Extremadura, según los cálculos de los propios promotores.

El proyecto, bautizado como Talayuela Solar, se ubicará en el paraje conocido como Cerro Verde, en una superficie de casi 800 hectáreas, donde se instalarán casi un millón de paneles.

La instalación incluye una subestación eléctrica de transformación y una línea de evacuación de la energía de 21,4 kilómetros, que conectará la planta con Arañuelo, y que afectará a los términos municipales de Talayuela, Rosalejo y Navalmoral de la Mata.

La dirección general de Biodiversidad y Calidad Ambiental ha concluido que su construcción no producirá impactos adversos.

TRIBUTOS EN LA REGIÓN / Según el compromiso entre Genia Extremadura Solar y la Junta, el nuevo parque solar dejará un impacto económico en la comarca de Campo Arañuelo de 50 millones de euros, y además tributará en la comunidad autónoma.

Se estima que la vida de esta planta de energía fotovoltaica sea de 45 años.

Talayuela Solar, que comenzó su andadura en 2012, será uno de los proyectos más importantes no solo de Extremadura, sino también de toda Europa por su gran potencia (300MW). Y se sumará a la treintena de iniciativas que están en marcha en la región en este área y que se irán completando en los próximos años. De hecho, hace apenas un mes, el exconsejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro (que dejó recientemente el puesto para ser nombrado nuevo presidente de Enresa, la empresa nacional de residuos radiactivos), aseguró que Extremadura contará de aquí a finales de 2019 con 21 plantas de energía renovable, la mayoría fotovoltaicas, que significarán una potencia de casi 1.900 megavatios. Esto implica una inversión de 1.200 millones de euros de capital privado, sin ninguna ayuda pública.

La más adelantada es Alvarado (50 MW), cuyos trabajos finalizarán este mismo año. Además, antes de que acabe 2018 se iniciarán también las obras de los campos solares de Usagre e Hinojosa y Valdecaballeros, que suman una capacidad de 800 MW.

El empeño por levantar el negocio de las energías renovales (casi limpias) es evidente. Después del parón de los últimos años, en la comunidad se abre otra vez la puerta a los proyectos eólicos y solares (las térmicas y, sobre todo, las fotovoltaicas). Extremadura mira de nuevo al sol con esperanza de futuro.