La nueva Ley de Coordinación de Policías Locales de Extremadura, que permitirá a los pequeños municipios asociarse para crear cuerpos mancomunados, superó ayer su primer trámite parlamentario. Como ya informó este diario, ninguno de los grupos de la oposición había presentado enmiendas totales al texto, de forma que sigue su curso en la comisión correspondiente a la espera de recibir aportaciones.

Se trata de la segunda vez en dos años que la Cámara autonómica aborda la reforma de las policías locales, después del intento fallido del PP a finales de la anterior legislatura. Según explicó la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, la ley actual data de 1990 y se ha quedado obsoleta, de ahí que impulsar una nueva norma «a la altura de los profesionales» sea una tarea «inaplazable y absolutamente necesaria».

Desde los grupos, el diputado del PP Saturnino López replicó a García que esta norma «apenas presenta cambios» con respecto a la propuesta del PP, a pesar de que los socialistas «se empeñen en vender una ley innovadora y muy trabajada». Aún así, apuntó que, con el objetivo de «enriquecerla y mejorarla», su grupo solicitará la comparencencia de todos los colectivos afectados para después formular enmiendas. «No serían tan buenos padres cuando se la dejaron en el cajón», le respondió el socialista Juan Antonio González, que afirmó que el nuevo texto planteado por el PSOE «mejora derechos y es más garantista» que el anterior.

También Podemos y Ciudadanos consideraron necesaria la reforma de la ley, pero ambos recordaron los reparos del Consejo de Estado. Desde la formación morada, Eugenio Romero advirtió que la norma «puede atentar contra la autonomía local o invadir competencias estatales», mientras que la diputada de C’s, María Victoria Domíngez, mostró sus «dudas» por cuestiones como el nombramiento «de libre desginación» del jefe de la policía local por el alcalde.