Los docentes extremeños disponen desde ayer de su propio Defensor del Profesor, iniciativa del sindicado ANPE. La pregunta sería de quién tienen que defenderse los maestros, y, a tenor de las estadísticas, la respuesta es clara: de algunos alumnos y de ciertos padres.

No en vano un estudio del Instituto Nacional de Calidad Educativa (INCE) revelaba que ocho de cada diez maestros afirmaban que habían sido insultados o sufrían situaciones de indisciplina, ante lo cual se sentían "indefensos". El dato coincide con lo revelado por una encuesta realizada por EL PERIODICO hace justo un año: el 75% de los profesores relataba que los alumnos le habían faltado el respeto, y uno de cada cuatro había presenciado cómo los estudiantes agredían a algún maestro.

Ante esa situación, el presidente regional del sindicato, Isidro Regañas, manifestó que es necesario dar una atención inmediata a los docentes que estén pasando por situaciones de violencia o acoso.

Frente a un fenómeno "que se esta acentuando en los últimos años", según Regañas, y donde la normativa no ofrece instrumentos efectivos de actuación, el Defensor, en realidad los defensores , porque se trata de un equipo multidisciplinar, prestará ayuda psicológica, jurídica y administrativa a los maestros, todo ello desde la más estricta confidencialidad.

Además, ANPE ha pedido que no se les deje solos en esta tarea, y que tanto la Administración educativa como los padres colaboren para afrontar las situaciones de indisciplina. En ello va no sólo la salud del profesor, sino también la del sistema educativo, y el futuro de los alumnos.