El mal estado de conservación en que se encuentra el trazado ferroviario en Extremadura y el déficit de inversiones en los últimos años provocan serias restricciones en el tráfico de trenes de mercancías. La imposibilidad de algunos convoyes pesados procedentes de Castilla-La Mancha y Levante de circular hasta su destino en la región por el trayecto más directo, debido a la falta de seguridad de las vías, obliga a Renfe a desviarlos por caminos alternativos, lo que supone un coste adicional para la compañía pública y una demora en la entrega de la mercancía.

Según los datos que maneja el sindicato CCOO, a partir de información facilitada por Renfe, la línea que presenta más dificultades para el tráfico de productos pesados es la que une Alcázar de San Juan-Puertollano- Cabeza del Buey-Mérida. Más concretamente, el punto de mayor conflictividad se sitúa en el tramo Puertollano-Cabeza del Buey. En lo que va de año, Renfe ha tenido que desviar por Madrid y Cáceres (véase gráfico) un total de 84 trenes cuyo destino final era Zafra y que venían cargados con cereales (70) y productos siderúrgicos (14).

Los trenes cargados con cereales cuyo destino es Zafra provienen de la zona de Campo de Criptana y Valdepeñas (Ciudad Real) y su trayecto más directo sería por Alcázar de San Juan, Puertollano y Mérida. Pero el mal estado de las vías ha obligado a Renfe a desviar por Madrid y Cáceres 35.000 de las 65.000 toneladas de cereales transportadas desde la provincia de Ciudad Real hasta Zafra este año, lo que ha afectado a 70 trenes.

Algo parecido ha sucedido con el transporte de productos siderúrgicos para la acería de Jerez de los Caballeros. En este caso la mercancía procede de Sagunto (Valencia) pero al llegar a Alcázar de San Juan algunos trenes se tienen que desviar hacia Madrid y Cáceres para llegar a Mérida y posteriormente a Jerez, ya que el trazado más directo no presenta garantías plenas de aguante. Se han derivado por Madrid 7.000 de las 11.000 toneladas de productos siderúrgicos que en lo que va de año procedían de Sagunto e iban con destino a Zafra-Jerez.

Según fuentes de CCOO, los trenes tanto de cereales como de productos siderúrgicos que se desvían por Madrid realizan 250 kilómetros más que si vinieran en línea recta. Además, tardan 48 horas más, lo que supone un perjuicio para el destinatario.