Las declaraciones de la secretaria de Estado de Transporte de Portugal, Ana Paula Vitorino, fueron acogidas con sorpresa tanto por los sindicatos extremeños como por los colectivos sociales como el MSU de Plasencia --uno de los más reivindicativos a nivel regional en el tema de infraestructuras--, más cuando el propio ministro de Obras Públicas y Transportes, Mario Lino, había mostrado el martes ante la prensa lusa su total confianza en que la línea Lisboa-Madrid, considerada prioritaria, estaría terminada en el 2010, según los cálculos previstos.

Aunque todos coincidieron ayer en que se trata de una mala noticia para la futura conexión hispano-lusa, manifestaron que lo más importante son los compromisos adquiridos por el Gobierno español, que ha ratificado que la fecha prevista para la entrada en servicio del tramo Madrid-Badajoz es la del 2010.

Para Julián Carretero, secretario regional de CCOO, "lo fundamental es el compromiso adquirido por el Gobierno español, que ya ha anunciado también la próxima licitación del tramo Badajoz-Mérida".

No obstante, señaló que se debe pedir al Ejecutivo central que lleve a cabo los contactos necesarios con Portugal para tratar el tema, aunque incidió en que "es al Gobierno español al que nosotros debemos exigir y y continuar exigiendo que se cumplan los compromisos y las fechas, además, el Gobierno portugués nunca se ha comprometido con ningún agente social".

Por su parte, el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, manifestó que hay cosas que le producen "extrañeza", aunque recalcó que "hay que respetar las dificultades que pueda tener el Gobierno portugués" y señaló desconocer si se debían a temas económicos o administrativos.

No obstante, recordó que el tramo Elvas-Lisboa no tiene unas especiales dificultades técnicas, al contrario, aseguró, que el de Badajoz-Madrid, que tiene muchas, "y si el Gobierno español puede salvarlas el portugués no debería tener problemas".

Bernal insistió especialmente en que "es tranquilizador que el Gobierno español mantenga los plazos y que podamos contar con el tramo español en las fechas previstas, aunque no podamos hacerlo con el portugués".

En cuanto al Movimiento Social MSU, su coordinador de Infraestructuras, Francisco Martín, manifestó que "estos anuncios no son buenas noticias y suelen crear incertidumbre, aunque si el retraso portugués no fuera muy grande podría ser comprensible".

Al igual que los demás, insistió en que España debe continuar con su compromiso de poner en servicio la alta velocidad en el 2010.