Las "lluvias persistentes" que Meteorología anunció para ayer en Extremadura --por las que incluso se activó el nivel 2 (riesgo importante) de alerta--, se concentraron más bien durante la madrugada y las primeras horas de la mañana. Así, en algunas localidades --como Cáceres, donde se recogieron más de 40 litros por metro cuadrado--, las precipitaciones provocaron algunos incidentes, si bien las nubes comenzaron a dispersarse al mediodía y el sol lució por la tarde en la mayor parte de la región.

En el caso de la capital cacereña, una de las más perjudicadas por las lluvias, una obstrucción de una arqueta provocó una inundación en el Hospital San Pedro de Alcántara sobre las diez de la mañana, pero únicamente afectó al archivo de historias clínicas, donde el agua subió unos dos centímetros y tuvieron que actuar los bomberos. "Ha causado bastante alarma, pero los daños no han sido importantes", indicó Gabriel Carrasco, subdirector de Gestión del SES.

Goteras ´universitarias´

En cambio, la biblioteca de la universidad no sufrió ninguna inundación, aunque resultó invadida por las goteras. "Hemos contado 26", indicaron algunos universitarios que ayer se vieron obligados a compartir espacio con una veintena de cubos. En este caso no fue necesaria la intervención de los bomberos, que sí tuvieron que atender pequeñas inundaciones en diferentes calles, viviendas, locales y en el colegio Dulce Chacón.

También en Mérida la lluvia provocó durante la mañana de ayer balsas de agua en algunas avenidas como José Fernández López y Constitución, así como a la entrada a la ciudad por la carretera de Valverde de Mérida. Además, obligó a cortar una calle del polígono industrial El Prado, si bien los bomberos no tuvieron que realizar ninguna salida por inundaciones. Al margen del agua, el viento arreció con fuerza a determinadas horas del día y provocó caídas de ramas de árboles y vallas de obras, aunque sin causar daños materiales ni personales.

En Plasencia, en cambio, la lluvia apenas provocó incidencias. No obstante, los bomberos recibieron la llamada de un vecino de la calle San Julián por una pequeña inundación en un bajo, pero finalmente no tuvieron que actuar porque no había agua suficiente para poder utilizar las bombas de achique y también acudieron a la gasolinera situada en la avenida de Salamanca por el desprendimiento de unas chapas del tejado, que corrían el riesgo de caer a la vía pública.

Igualmente, ni en Badajoz ni en los municipios de la Vegas Altas registraron problemas por las inundaciones. En estas localidades, como en muchas otras de la región, la lluvia apareció la noche del miércoles de forma débil y fue a lo largo de la mañana cuando cayó de forma más intensa anegando algunas zonas, pero sin que fuera necesaria la presencia de las fuerzas de seguridad.