El presidente de Agroexpansión y World Wide Tobacco España es optimista con el futuro del sector tabaquero y se muestra convencido de que estas dos transformadoras van a jugar un papel clave en él. "Cada vez hay más agricultores que depositan su confianza en nosotros porque saben que somos una compañía moderna e innovadora, y en estos tiempos de cambio hace falta un esfuerzo extraordinario en este ámbito", dice Bermejo, que hace también hincapié en que ambas empresas están vinculadas a "este negocio desde hace muchos años y tenemos con él un fuerte compromiso".

--¿Cómo ve la viabilidad del sector tabaquero después del paquete de medidas de apoyo que acaba de recibir el visto bueno de la UE?

--En Agroexpansión y World Wide no tenemos una visión cortoplacista , de interés táctico, sino una de carácter mucho más estratégico, que busca garantizar que haya un futuro para el sector del tabaco en el largo plazo. Y nosotros creemos que para asegurarlo hace falta la concurrencia del trabajo de cuatro grandes actores. En primer lugar, de la Administración pública, que en el caso de España ha estado liderada por la Junta de Extremadura. En este sentido, debemos agradecerle el que haya hecho un esfuerzo muy importante por conseguir unas ayudas que permitan mantener la renta de los cultivadores. En segundo, hace falta que la industria manufacturera entienda que la situación del tabaco en España ha cambiado, que ya no hay ese conjunto tan generoso de ayudas públicas y que por tanto si quiere comprar tabaco aquí no lo va a poder hacer a los niveles de precios a los que lo ha estado haciendo en los últimos años. Tenemos la plena convicción de que ese mensaje ha calado y que de alguna manera están dispuestos a pagar un precio superior siempre y cuando se den los dos factores restantes: que tanto desde la producción como desde la primera transformación pongamos el énfasis en la eficiencia y en el ahorro de costes. Los productores deben agruparse, buscar volumen, ser más eficientes en las compras de sus inputs , mecanizar la producción y algo muy importante, que es abaratar costes en el secado apostando por secaderos de biomasa. Y por el lado de la transformación, también hay que ser más eficientes y bajar los costes. Si todos vamos en esa misma dirección yo soy optimista, pero hace falta un esfuerzo conjunto que, insisto, también debe llegar más allá del 2013.

--Pero se habla de un incremento del cien por cien en los precios para dar viabilidad a la producción, ¿es asumible?

--Yo creo que la industria puede asumir ese aumento de precios siempre y cuando se asegure un tabaco de calidad y que se hagan los esfuerzos para que el tabaco y su primera transformación se hagan de manera menos costosa. En Agroexpansión y World Wide estamos haciendo un importante esfuerzo por ajustar nuestros costes a unos esquemas que a la industria le parezcan razonables. Al final se trata de racionalizar el sector del tabaco en España. Dicho de una manera gráfica, tenemos que intentar mantener los márgenes de beneficio aun en un escenario de menor precio. ¿Y eso cómo se consigue?, pues reduciendo costes. En cualquier caso, la última palabra la tiene la industria manufacturera, que hasta ahora no se ha pronunciado, y tenemos que ser prudentes. También quisiera pedir a los productores extremeños que sean conscientes de que nos estamos jugando mucho y que en estos momentos hace falta mucha altura de miras. La reestructuración del sector que asegure su futuro debe estar por encima de intereses personales.

--Teniendo en cuenta cómo se pintaba el futuro del cultivo del tabaco hace solo unos meses, ¿se puede considerar que el sector ha escapado bien?

--Es un buen resultado. Sobre todo lo importante es que la Administración extremeña ha conseguido el compromiso de que si algún otro país tuviese una mayor ayuda de desarrollo rural, también eso se igualaría para los agricultores extremeños. Fundamentalmente, en el caso de Italia todavía no se tiene un esquema claro, hay rumores en la calle que aseguran que puede ser un monto mayor. De esta forma, automáticamente sería el mismo para los agricultores extremeños. En cualquier caso, reconozco no tanto la ayuda concreta como que desde la Administración extremeña se vea al tabaco como algo estratégico para el futuro de la región.

--Hace unos meses adelantaba que estaban estudiando fórmulas para estrechar la colaboración con los productores, ¿las tienen ya definidas?

--Esa integración con el sector productor tiene que ser por un lado una vía operativa: ahorrar costes en el proceso desde que el agricultor hace su caja --y hablo de caja, no de fardos, porque son más eficientes-- hasta que llega a nuestra fábrica. Ya estamos instalando líneas de compras en muchas cooperativas para abaratar ese proceso y aún hay mejoras que se pueden hacer en ese sentido. Por otro lado, también hemos ofrecido a las asociaciones de productores contratos de largo plazo que les permitan tener un escenario de tranquilidad para las inversiones y mejoras que tenían pensado hacer. Además, les ofreceremos un incremento del precio si con su tabaco tenemos un margen de beneficio. Es decir, queremos compartir el beneficio de la venta del tabaco que a su vez nos vende a nosotros el agricultor.