Saluda cortes. Dos besos y la sonrisa imborrable antes de disculpares por el retraso --casi una hora respecto a lo previsto--. Luego pide un café solo --son poco más de las seis de la tarde-- y también un minuto más para poder telefonear a casa e interesarse por los suyos. Se sienta y sin acomodarse un instante en el respaldo de la silla, cruza las piernas, apoya la mano derecha sobre la izquierda y abre mucho sus claros ojos. Por delante 15 minutos de reloj para responder a lo que sea.

--Los sondeos les dan ahora ventaja en intención de voto. ¿Realmente cree que el PP ganaría las elecciones, de celebrarse hoy? --Sí, totalmente. No lo dicen una o dos encuestas, sino muchos sondeos electorales, con diferencias de puntos muy importantes.

--¿Apostaría parte de su patrimonio a una victoria del PP? --(Sin pensárselo) Sí. Quedan dos años y medio pero cada vez está más claro que la alternativa es el PP, que plantea las soluciones y propuestas que necesita la sociedad española, frente a un Gobierno inactivo, sin iniciativa y autocomplaciente.

--¿Ese cambio se debe más a méritos del PP o a los deméritos del Gobierno? --Pesa todo. Pero en momentos de crisis es donde se demuestra si un Gobierno está capacitado o no, y lo que está cada vez más claro es que Rodríguez Zapatero ha perdido la confianza de los españoles. La confianza y la credibilidad son imprescindibles.

--El PP no obtuvo esa confianza y esa credibilidad en las dos últimas elecciones nacionales. ¿qué ha cambiado para que Rajoy, que perdió en esa dos ocasiones ante Zapatero, sea ahora su alternativa real y creíble? --El PP tiene una propuesta muy clara y han quedado en evidencia muchos de los engaños con los que Zapatero se presentó a las elecciones. Por ejemplo que no iba a haber crisis y que estábamos mejor preparados que nadie. Lo que menos le perdonan los españoles a Zapatero es que les haya mentido con ese descaro.

--¿Le reconoce algún logro al Gobierno en estos seis años? --(Lo piensa unos segundos) Zapatero en la primera legislatura se dedicó a administrar lo que encontró e hizo dos cosas que hoy nos están pasando factura: el Estatuto de Cataluña y la negociación con ETA. Y en esta legislatura, una vez inmersos en la crisis, por mucho que se le ha pedido que consensuara y tomara medidas, no ha querido hacerlo. Con un drama de 4.272.000 parados y una situación de recesión económica, no se puede vivir de detalles. No ha demostrado tener la talla de presidente de Gobierno que necesita el país. España ha pasado de ser el milagro económico a ser el enfermo de Europa.

--¿Rajoy será, al 100%, el candidato del PP en el 2012? --Sí, porque tiene las condiciones: es creíble, se puede confiar en él, tiene un proyecto concreto y hace lo que dice que va a hacer.

--Pero no pudo en dos ocasiones con un Zapatero que, según usted, no da la talla. --Eso no le pasó factura a sus dos predecesores y no tiene por qué pasársela a Rajoy.

--Ley del aborto. ¿El PP se opone a cualquier reforma o solo a la reforma que plantea el Gobierno? --Hoy la sociedad no demanda una nueva ley. De hecho, ni el PP ni el PSOE lo llevaban en su programa electoral. Es algo que el PSOE se ha sacado por interés político. En todo caso lo que la sociedad demandaba es un cumplimiento más escrupuloso de la ley, más garantías para los derechos de las madres e hijos.

--Entonces, ¿el PP sí apoya la ley del aborto vigente? --Tenemos la ley que tenemos. El Tribunal Constitucional dijo que los supuestos que contempla se adecuan a la Constitución y nosotros nos debemos atener a eso. Seguramente se deberían haber establecido más garantías, pero no una modificación completa.

--¿Y por qué el PP no la tocó, ni para incluir esas garantías, durante los Gobiernos de Aznar? --En los últimos cuatro años es cuando se ha visto con más claridad que la ley podía mejorarse, con las clínicas abortistas y las prácticas fraudulentas que han aparecido.

--¿Acatarán la decisión del Constitucional sobre el Estatut de Cataluña sea cual sea? --Sin duda alguna, tal cual venga. Y eso es lo que tendríamos que hacer todos, empezando por el presidente del Gobierno y el presidente de la Generalitat, porque no están respetando la división de poderes con sus presiones.

--No han denunciado el sistema de escuchas SITEL hasta que no ha aparecido en investigaciones a cargos del PP. --El PP lo dice cuando considera que lo tiene que decir. Las sospechas sobre este sistema, que no cumple con todas las garantías, han sido en fechas recientes.

--Cuando lo han sufrido, pero SITEL nació bajo un gobierno del PP, en la etapa de Aznar. --Cuando hemos podido tener indicios hemos presentado la denuncia ante los tribunales. Lo que no entiendo es por qué Rubalcaba se empeña en no regular con las máximas garantías legales la intromisión en el derecho a la intimidad.

--Preside el PP manchego. ¿Apoyaría un nuevo trasvase, ahora desde Valdecañas, al Segura? --Apoyaremos lo que resulte de un plan hidrológico nacional y a partir de ahí veremos aspectos concretos. No vamos a ir parcheando que es lo que quiere hacer el Gobierno y que me parece bastante dañino.

--Pero ¿le parece una solución aceptable o no? --Considero que no está en el ámbito de una política nacional del agua. A partir de un plan nacional hablaríamos de todo.

--¿Y los embalses en zona manchega que pide Fernández Vara como compensación a ese posible trasvase? --Nadie debe precipitarse. Primero hay que saber el agua que hay y si es suficiente. Y si hay agua sobrante para otras comunidades, adelante. Pero aquí no hay una planificación nacional y tratar de solucionar problemas concretos uno a uno es muy peligroso.

--¿Qué ha cambiado en el PP extremeño, respecto a la etapa de Floriano, para que crea que Monago podría disputarle hoy unas elecciones a Vara? --José Antonio Monago es una persona que representa de forma fiel y precisa a la sociedad extremeña, con enormes ganas e ilusión, muy a pie de terreno, y se le reconoce no solo en su región, también fuera.

--Sí y antes de las elecciones Floriano manejaba encuestas que le daban como ganador y perdió estrepitosamente. --Así es la vida. Solo dejas de perder hasta que ganas.