Que las etiquetas de los alimentos dispongan de una información extra sobre los principales ingredientes que pueden producir alergias y que las empresas de restauración informen de primera mano de los principales alérgenos que contienen sus menús es, sin duda, un avance importante para las personas que padecen alguna alergia alimentaria, aunque no supone el fin de su problemática. "Cualquier descuido contituye un riesgo vital que puede producir incluso la muerte", alerta M Victoria Gil, presidenta de la Asociación Extremeña de Alérgicos a Alimentos (Aexaal) y profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Extremadura (Uex). Con la entrada en vigor de esta norma, el pasado sábado 13 de noviembre, se cumple una vieja reclamación de más de 13.000 familias extremeñas que tienen niños afectados por este tipo de alergias, aunque no afecta solo a los menores; alrededor del 3% de los adultos también presentan alergias alimentos. "Es una cuestión de concienciación social, hoy me toca a mí, pero mañana te puede tocar a tí".

--¿Qué supone a los afectados esta nueva normativa?

--Es un paso adelante importante, un gran avance. En el caso del etiquetado, tener esa información detallada nos agiliza la compra tremendamente, antes teníamos que ir con el listado de los códigos y equivalencias, pero ahora es mucho más inmediato tener de forma destacada la presencia de los 14 alérgenos. En el caso de la restauración, también ofrece más garantías aunque esto va mucho más allá de declarar la presencia de alérgenos, también hay que tener un exhaustivo control en la manipulación de alimentos y la utilización de utensilios puesto que no solo se producen alergias por la ingesta. Hasta ahora comer fuera era un problema, aunque tenemos nuestros restaurantes de confianza, y es un paso más.

--¿Pero el temor a un error seguirá existiendo?

--Claro, por eso todas las partes implicadas debemos poner de nuestra parte, el enfermo debe facilitar la información y los restaurante y empresas de catering también. Es una labor de concienciación importante porque supone un riesgo que puede costar la vida a un ser humano.

--¿Existía ya alguna norma de este tipo?

--Hasta ahora no existía nada, se facilitaba información básica al consumidor, pero hay veces que, por ejemplo, la presencia de leche estaba oculta bajo otro aditivo alimentario con un código que tienes que conocer, o como en el caso de la lecitina, que puede proceder de la soja o del huevo, pero no se especificaba y el consumidor tenía que indagar y llamar a la empresa responsable del producto.

--¿A cuántas personas afectan?

--Calculamos que el 8% de los niños está afectado por alguna alergia alimentaria, unos 13.000 en la región, y en torno a un 3% de la población adulta.

--Los empresarios dicen que cumplir esta norma va a ser complicado...

--No es tal es esfuerzo máxime cuando esta ley está aprobada desde el 2011, se conoce desde hace tres años. Además, hay que tener en cuenta que en torno a cada afectado hay una familia detrás y normalmente se sale a comer con los amigos, con lo cual, aunque no me guste usar ese término, es un mercado emergente. Ante todo tienen la obligación de cumplir una ley que está aprobada desde hace tres años, pero también puede ser un beneficio para ellos, porque lamentablemente las cifras indican que esto está aumentando y se prevé una elevación importante del número de afectados por alergias alimentarias en pocos años. Pero principalmente es una cuestión de empatía y concienciación social porque estas alergias pueden aparecer en edades adultas de forma espontánea. Hoy me toca a mí pero mañana te puede tocar a tí.

--¿Le constan malas experiencias en restaurantes?

--Sí, una de las socias me contaba que el pasado fin de semana había manifestado una alergia en un restaurante y le había preparado una carne con ese alérgeno que había manifestado. En lugar de prepararle otra carne, el restaurante lavó el filete y volvió a presentárselo; la chica tuvo que autoinyectarse adrenalina. Estamos hablando de un riesgo vital, no es alarmismo, es una realidad.

--¿Cuándo nació esta asociación y con qué objetivos?

--La asociación se creó en noviembre del 2010 y tenemos ya en torno a 500 familias asociadas --asociarse es gratis y puede hacerse a través de www.aexaal.org--. Nuestro objetivo es fundamentalmente ayudar a las familias con niños afectados, divulgar información sobre esta enfermedad y buscar la implantación por parte de la Administración de unos protocolos de actuación. por ejemplo en los colegios, porque constituyen también un ámbito de riesgo y no solo en el comedor. Hay tizas que se elaboran con proteínas lácteas y solo por contacto o inhalación un niño puede tener una reacción importante. Los protocolos deben servir para trabajar más sobre prevención, porque si se previenen los accidentes no hay que actuar, aunque también es necesario conocer la medicación de rescate que puede salvar la vida a un niño.

--¿Existe más conciencia en otros países que en España?

--Sí, por ejemplo en EEUU los propios colegios disponen de adrenalina de rescate --utilizada en el estadio de gravedad más elevado-- a disposición de los alumnos, aquí en España somos los padres los que tenemos que facilitar el autoinyector de rescate.