Entre 1.500 y 2.000 personas se concentraron ayer frente al Ayuntamiento de Arroyo de San Serván (Badajoz) para pedir "dignidad y respeto" a esta localidad cercana a los 4.500 habitantes tras la polémica suscitada al conocerse que una niña de 14 años era supuestamente retenida y prostituida contra su voluntad en esta localidad, un caso que se ha cobrado la detención de una docena de personas, que provocó que uno de los imputados fuera hallado muerto en su vivienda, y que el policía local que liberó a la menor de la casa en la que se encontraba viviendo con ciudadanos rumanos haya sido acusado de revelar información secreta. En un manifiesto elaborado por la peña cultural y recreativa Los Conflictivos, y apoyado por toda la corporación local, el pueblo de Arroyo muestra su "repulsa ante los hechos tan lamentables que se han conocido", pero en el que se insiste en que este municipio "no es racista ni xenófobo", a la vez que achacan a "malas informaciones" en los medios de comunicación la mala imagen que se está dando de los arroyanos, que "nunca" han sido conocedores ni consentidores de los hechos, reiteran en este escrito.

"Somos un pueblo solidario, emprendedor y afable y estamos totalmente en contra de los hechos tan lamentables acaecidos", señalan, y que "será la justicia" la que determine la culpabilidad o no de los detenidos por este caso. "Somos mucho mejores de lo que han contado por ahí", comentan, en relación a la imagen de la "España profunda" a la que se asocia a esta localidad, según el manifiesto, que terminó con un "¡Viva Arroyo!". Se da la circunstancia de que el ayuntamiento ha enviado un escrito a dos televisiones de alcance nacional, en una de las cuales se dijo que el pueblo miró "para otro lado" en el caso de la niña, y ha puesto el caso en manos de un abogado.

Por su parte, el alcalde de Arroyo, Juan Moreno, que recibió el apoyo de su colega de Mirandilla, José María Carrasco, comentó que su pueblo "no merece la valoración que se está dando, pero estamos sometidos al todo vale", e indicó que lo ocurrido "es un caso puntual y se están diciendo cosas que no son ciertas", aunque dejó claro que la localidad está "totalmente en contra de los hechos", mientras espera que la justicia se pronuncie, para "el que la haya hecho, que la pague".

El mandatario arroyano insistió en que no hay una sola denuncia de otros posibles casos de prostitución en la localidad, y defiende que ningún vecino se haya callado si supiera que en la vivienda de la que fue rescatada la menor se estuviera ejerciendo la prostitución.