Trujillo celebró ayer el Domingo de Resurrección con su tradicional fiesta de Pascua, popularmente conocida como El Chíviri , declarada de Interés Turístico Regional y que congregó a más de 15.000 personas.

La Plaza Mayor de Trujillo registró un lleno absoluto en una jornada apacible en la que el público disfrutó de los sones de las canciones de siempre, como Rafael de mi vida , Jardiera o la más popular de todas, la del célebre Chíviri . Corrió el buen vino de la tierra acompañado de productos de la matanza extremeña para aderezar la jornada, como patatera, chorizo o patas de jamón.

El Domingo de Resurrección es una fiesta que pone de manifiesto la personalidad de esta ciudad con trujillanas vestidas de pastoras y varones con pañuelo al cuello y chambra gris o negra. En el día de ayer se pudo ver el traje de pastora en sus dos versiones, desde los refajos picados en fieltro y polleras tejidas en telares caseros con la faltriquera a juego, hasta jubones, corpiños, pañuelos de cien colores, aderezos típicos, templaderas y galapagos. Y todo ello a través de un recorrido generacional que reunió en un mismo corro del escenario a varias generaciones, desde las abuelas a las nietas.

El sol de la jornada permitió ver a niños vestidos de pastores con trajes de cuero o con chambra, pero todos con el pañuelo rojo al cuello; algunos llevaban de la mano un borreguito decorado con cintas.

El soleado domingo de ayer no quiso que se repitiera la estampa del año pasado y permitió celebrar con éxito el Festival Folklorico del Chíviri , que cumplía sus 25 años de historia. La cita reunió a los grupos Mansabora Folk, y la Agrupación Infantil Virgen del Rosario de Huertas de Animas. La fiesta reunió a personas de toda España e incluso algún marroquí residente en Trujillo vestido con el traje típico. Hoy lunes, Trujillo amanecerá cansado pero con deseos de salir al campo, pues es fiesta local y se comen en la dehesa los hornazos y el tradicional bollo de Pascuas o bollo dormido, típicos de estas fiestas.