Unos 25.500 extremeños reciben pensiones que están por debajo de los 512 euros, cantidad en la que se sitúa el umbral de la pobreza para una persona --para dos supera los 750 euros--. Y seguirá siendo así pese al aumento del próximo año cuando se aplique la subida media, de entre el 2 % y el 4%, que prevén los Presupuestos Generales del Estado, ahora en tramitación en el Congreso --una subida que afectará a 105.000 extremeños, según anunció la delegada del Gobierno--.

Se trata de las 8.389 personas que en septiembre percibieron 328 euros de pensiones contributivas por orfandad y las 1.518 que tienen asignada una paga de 420 euros a favor de familiares, así como los 9.541 ciudadanos que reciben prestaciones no contributivas por jubilación y los 6.049 que tienen esta paga por invalidez, de 324 y 361 euros respectivamente.

Esta suma supone menos de un 15% de las 220.582 pensiones contributivas y no contributivas registradas en la región, sin contabilizar las que reciben pagas por debajo del umbral de la pobreza cuando hay un cónyuge a cargo, 768 euros. Un porcentaje que supera el 20% según los sindicatos. En la región hay más de 100.000 que cobran menos de 700 euros.

A LA COLA La pensión media de jubilación del Sistema de la Seguridad Social alcanzó el pasado mes en Extremadura la cuantía de 721 euros al mes, frente a los 857 de la media nacional. Por viudedad la retribución alcanza los 533 euros de media. En cuanto a la pensión media del Sistema, que comprende las distintas clases (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), se situó en la región en 643 euros, 113 euros menos que la media nacional, que está en 756 euros al mes, lo que supone un aumento interanual del 4,8%.

Unos datos que colocan las pensiones extremeñas a la cola del país, por encima solo de Galicia. ¿Los motivos? La prevalencia del régimen agrario, un 70% según UGT, cuya cotización es mínima; los bajos salarios de la región y los contratos a tiempo parcial. Estos argumentos son compartidos por los secretarios de la Unión de Pensionistas y Jubilados tanto de UGT como de CCOO, Juan Silva y Reyes Ramos respectivamente. "Durante nuestra vida laboral hemos aportado muy poco a las arcas de la Seguridad Social", explica Silva.

Es en el modelo de cotización donde entra en juego una vieja reivindicación de Ramos. "Se está negociando para que los jornales coticen en el régimen general porque con el especial su cotización es ínfima", como en otros sectores, apunta, por eso es complicado mejorar la situación de las pensiones contributivas en la región. Pero Silva se muestra más optimista: "Ahora están cobrando los que trabajaron hace 30 años y esperamos mejores resultados". Y como alerta Ramos, no solo preocupan las pensiones que no llegan al umbral de la pobreza --establecido en 523 euros según un informe del sindicato--, sino las que están próximas.

A pesar de la "negra" situación de muchos pensionistas que cobran lo mínimo, Silva asegura que el compromiso del Gobierno para esta legislatura, de subir un 26% las pensiones, será una realidad cuando concluya ésta y que la subida ya ha sido de un 19%. Así, asegura que las pensiones de la Seguridad Social no corren ningún riesgo con la crisis. Pese a esta garantía los sindicatos se reafirman en la necesidad de subir las pensiones. "Pedimos una renta garantizada que establezca una cantidad mínima, que no debe ser inferior a 700 euros, como un derecho para poder subsistir ante cualquier situación", reclama Ramos.