Extremadura necesita trabajadores en verano. Con la llegada de julio más de 4.000 personas, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), acceden a un empleo temporal cuya duración puede variar entre uno y tres meses. La mayor oferta de puestos de trabajo proceden de la hostelería y la alimentación y en muchas ocasiones el objetivo es realizar sustituciones de personal que se encuentra de vacaciones.

Este tipo de oferta laboral se enfoca principalmente a mujeres y jóvenes, que suelen conformar más del 75% de las personas que acceden al trabajo temporal en la época estival.

En este sentido, las empresas de trabajo temporal (ETT) de la región también incrementan de forma importante su trabajo. Desde la firma cacereña Manpower sostienen que la demanda de trabajadores "llega a triplicarse en julio con respecto a otros meses del año con empresas que solicitan principalmente gente para realizar sustituciones".

EL PERFIL

El perfil del trabajador requerido también cambia en estos meses. "No son perfiles muy cualificados, suelen ser medios-bajos y principalmente se requieren desde la hostelería, logística, transportes o supermercados y tiendas", indican desde la empresa de trabajo temporal Forsel, en Cáceres.

Pero muchas de las personas que acceden a un trabajo en verano lo hacen sin contrato y en condiciones precarias, según denuncian desde los sindicatos, que advierten de que la cifra de altas en la Seguridad Social durante estos meses la mayor parte de las veces no se corresponde con el número de personas que realmente encuentran empleo, ya que muchas consiguen más de un trabajo --semanal o quincenal-- y pueden darse varias veces de alta en un mismo mes.

El secretario general de CCOO en Extremadura, Valentín García, sostiene que el trabajo que se genera en verano agudiza las cuestiones negativas. "Son contratos de muy escaso valor, a tiempo parcial, algunos de fin de semana, que no se corresponden con la duración de la jornada", indica el representante sindical.

CONTRATOS CORTOS

La mayor parte de los contratos, según García, suelen ser de un mes o inferiores a un mes que se van renovando en periodos de 15 días y se dan "fundamentalmente en el sector servicios, en la hostelería principalmente, y una pequeña parte de ellos en el comercio y la construcción".

El grueso fuerte de estos contratos está en la hostelería y restauración, ya que las plantillas aumentan de cara al verano con el objetivo de atender la demanda del turismo y de los propios extremeños. En cuanto al comercio, las sustituciones y el inicio de las rebajas también hacen necesario contratar un personal que en su mayoría suele ser el mismo de veranos anteriores.