Lo que no cambia con el paso de los años es la llegada de miles de temporeros procedentes de otros países en época de vendimia. Los agricultores indican que más del 60 por ciento de la mano de obra viene de fuera, la inmensa mayoría son rumanos. Angel Blanco cree que "incluso más, ya que la gente de la zona no quiere campo porque dice que es muy duro. Aquí hay trabajo, pero no quieren", asevera. Rumanía es líder en este aspecto, pero hay cuadrillas que vienen de otros países de Europa del Este y también desde Portugal. La campaña puede mover en la región cifras similares a la del pasado año, es decir, entre 7.000 y 9.000 temporeros y algo más de 200.000 jornadas de trabajo. Almendralejo es el núcleo neurálgico de la actividad.