El negocio de algo más de 9.400 autónomos extremeños depende sólo de un cliente, que es su principal --y en ocasiones única-- fuente de ingresos. Son los denominados autónomos dependientes, una figura que, según un estudio de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), ha aumentado en gran medida en los últimos años.

Se trata, explica ATA, de "nuevas formas surgidas de la externalización y la subcontratación de actividades no estratégicas" cuya principal característica es la presencia de una independencia "mínima" que el empresario utiliza para "colocar al trabajador fuera de un contrato de trabajo". Sin embargo, insiste en que no se trata de falsos autónomos, sino del resultado de "los nuevos modelos de empresa".

Los casos más extendidos son los de los transportistas propietarios de un vehículo provisto de autorización administrativa, el trabajo a domicilio o el contrato de agencia mercantil.

SU DISTRIBUCION Un reciente estudio de ATA asegura que en Extremadura hay 9.405 autónomos dependientes. La mayoría de ellos, al igual que ocurre en el resto de España, trabaja en el sector servicios, que aglutina al 47,9% de estos autónomos. En concreto, se dedican de forma mayoritaria al comercio, la hostelería y el transporte. Otro 20,2% trabaja en el sector agrario, mientras que el 17,9% está en la construcción y el 14% en la industria.

Comparado con la distribución que se registra en la media nacional, en la comunidad estos autónomos dependientes aparecen algo más en el ámbito de la agricultura y un poco menos en los servicios.

El peso de esta figura varía en gran media de una a otra región, y la comunidad --donde suponen el 14,8% de los autónomos-- es la sexta donde más presencia tiene, un registro en el que únicamente le superan Baleares (el 48,4%), Castilla-La Mancha (27%), Castilla y León (20,5%), País Vasco (16.7%) y Asturias (15,8%). En el extremo contrario se sitúan Navarra (sólo 1 de cada 100 autónomos es dependiente), La Rioja (5,8) y Cataluña (6,6).

En los últimos años el número de autónomos cuyo negocio depende de un solo cliente prácticamente se ha duplicado, creciendo su volumen a un ritmo muy superior al de la bolsa de autónomos españoles.

Teniendo en cuenta estos datos, y especialmente el peso que esta figura ha adquirido en determinadas comunidades autónomas, sobre todo en Baleares, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos se muestra partidaria de que se regule de forma específica. Por eso, ATA aplaude el hecho de que en el informe de la Comisión de Expertos que está elaborando el Estatuto del Trabajador Autónomo se haya incluido un capítulo dedicado al Régimen profesional del trabajador autónomo dependiente . Este articulado, señala la asociación, "delimita su concepto y ámbito subjetivo, así como sus derechos y obligaciones, para una regulación definitiva de esta nueva relación laboral".

A la hora de analizar el perfil de este autónomo, el estudio elaborado por ATA señala que es el de un varón (el 40% son mujeres) de entre 25 y 44 años que realiza su actividad dentro del sector servicios, especialmente en el comercio o la construcción. Además, no tiene trabajadores a su cargo (ocurre así en ocho de cada diez casos) y lleva menos de seis años dado de alta.