Poco más de una treintena de denuncias es el resultado en Extremadura de la última campaña de control de alcoholemia desarrollada por la Dirección General de Tráfico. Durante esta operación, en la que han participado 1.693 agentes de la Guardia Civil y que se ha llevado a cabo entre los días 4 y 17 de este mes, fueron controlados un total de 5.521 vehículos, según informó ayer la Delegación del Gobierno en un comunicado.

Por provincias, los conductores más infractores han sido los de Cáceres, donde se han cursado 24 de las 36 denuncias tramitadas por la Guardia Civil en la región, o sea, dos tercios. En cambio, el número de agentes que han participado en la campaña en Badajoz es abrumadoramente superior al de Cáceres, ya que en la provincia pacense intervinieron 1.369 efectivos por los 324 de la cacereña.

Balance positivo

Dicho organismo realiza un balance positivo de esta campaña, ya que en el mismo periodo del 2006 se llevó a cabo una iniciativa similar en la que resultaron denunciados 67 conductores, es decir, casi el doble que este año, cuando solo han resultado sancionados 36. Una reducción que resulta todavía más significativa si se tiene en cuenta que en esta ocasión se han efectuado más controles que el año pasado, en concreto, 182.

El objetivo de los controles realizados por la Benemérita, destaca la Delegación del Gobierno extremeña, consiste en "lograr una reducción de la cifra de víctimas como consecuencia de los accidentes de circulación". Y es que el alcohol, indica el comunicado, está implicado en un tercio de los siniestros de tráfico en los que se producen víctimas mortales. También los heridos salen perjudicados cuando este factor está presente en un accidente, ya que, según añade la nota, "las lesiones causadas aumentan significativamente" en estos casos.