Más exhibición que negocio. El hípico se convirtió ayer en un escaparate de caballos, mulos y burros con la celebración de la feria de ganado equino, una de las tradiciones recuperadas por San Fernando. Desde primera hora de la mañana los ganaderos y tratantes se concentraron en el ferial para mostrar sus ejemplares que este año superaron el centenar en una jornada muy calurosa en el recinto.

Lorenzo Garrote, presidente de la asociación cultural Parque del Príncipe, organizadora de la convocatoria, destacó que el principal objetivo sigue siendo mantener "una tradición para que la gente del campo traiga sus caballos y se vean".

Una edición más, la feria equina repartió premios entre los asistentes. Angel Silva logró el de elegancia masculina y Pilar Pérez el de femenina. Los dos mejores caballos de la feria pertenecen a Jesús Manuel Gago, de Plasencia, y Ramón Silva, de Cáceres. El mulo más valorado fue el de Juan José Barquero.

Los organizadores aseguraron que la crisis se ha dejado notar en esta feria que, hace años, fue epicentro de compra y venta, no solo de ganado equino sino también de cabras o cerdos. Entre los ejemplares hubo caballos anglo-árabes y españoles, ponys, burros y mulos. Todos, ejemplos de una tradición que sigue.