Más de un millar de llamadas al 112, rachas de viento de hasta 85 kilómetros por hora (en Cáceres, la más alta de la región) y hasta 35,8 litros por metro cuadrado recogidos en una hora en Olivenza. Son algunos de los datos que deja la ciclogénesis explosiva por Extremadura entre el martes y ayer, un temporal por el que fue activado el nivel de Emergencia 1 (gravedad) del Plan Territorial de Protección Civil de Extremadura (Platercaex) hasta el mediodía de ayer. Aunque no provocó incidencias graves, sí numerosas inundaciones puntuales y desprendimientos, además de quejas como las de los agricultores de La Vera afectados por la crecida del río Tiétar.

En total, el Centro de Urgencias 112 Extremadura atendió un total de 2.739 llamadas entre las 14.00 horas del martes y las 9.00 horas de ayer, de las cuales 1.029 estuvieron relacionadas con el temporal, que fue la causa de 225 de los 443 incidentes que gestionó este servicio. Las zonas que demandaron más atención fueron Olivenza, Almendralejo, Mérida, Valverde de Leganés, Badajoz, La Albuera, Cáceres, Nalvalmoral, Villanueva de la Vera, Guijo de Santa Bárbara y Trujillo. Y las causas más comunes de las llamadas fueron la entrada de agua en el interior de las casas o garajes e inundaciones en algunas calles, mobiliario urbano en las vías y desprendimiento de ramas, árboles y cornisas de edificios.

GRANDES CIUDADES Eso fue también lo habitual en las grandes ciudades como Cáceres, que la ciclogénesis explosiva mantuvo en alerta naranja durante la jornada de Nochebuena, con fuertes rachas de viento y precipitaciones que dejaron 40 litros por metro cuadrados en la ciudad, si bien las temperaturas se mantuvieron en un promedio de 11 grados. Ayer, en cambio, el frío comenzó a hacerse presente desde media tarde pero el viento amainó y las lluvias dejaron unos 13 litros hasta el anochecer, informa Lola Luceño.

Por ello, los bomberos realizaron la mayor parte de sus salidas el martes por la tarde, con 14 desplazamientos para desatascar imbornales, retirar ramas de árboles y descolgar toldos. Sin embargo, ninguna de estas situaciones entrañó riesgo. "Todo se ha desarrollado de forma tranquila", explicaron desde el parque del Sepei. Durante el día de Navidad los bomberos apenas tuvieron que realizar salidas al suavizarse las condiciones. "A las 12 se ha atendido un aviso por el descolgamiento de una antena en la calle Ecuador a causa del mal tiempo, pero nada más", detallaron.

También en Badajoz dejaron sus huellas el fuerte viento y la lluvia. El día de Nochebuena los bomberos realizaron más de una treintena de salidas para desatascar imbornales que provocaron grandes balsas de agua en zonas como Suerte de Saavedra, con la avenida Antonio Hernández Gil anegada por completo una vez más, la carretera de Valverde, Antonio Domínguez, Manuel Rojas Torres o Circunvalación, entre otros. En algunos de estos puntos fue necesaria la policía local para regular el tráfico, informa B. C..

Durante la mañana de ayer, bomberos y policía tuvieron que intervenir por caídas de ramas de árboles, losetas o riesgo de desprendimientos de cornisas, así como por la aparición de nuevas balsas de agua, en esta ocasión, en la autopista. Hasta el mediodía, los bomberos habían atendido al menos 15 servicios, aunque ninguno por causas graves.

Lo mismo ocurrió en Mérida, donde los bomberos realizaron numerosas salidas. "Tenemos un camión toda la mañana actuando sobre los desperfectos por el temporal", explicaron ayer desde el parque, que también actuó en una inundación en la calle Felipe Corchero y por el reventón de una caldera en un domicilio, informa M. F. Maeso.

LA VEGA DE JARAIZ La ciclogénesis explosiva se dejó notar especialmente en La Vera, donde en Aldeanueva se recogieron 189,8 litros por metro cuadrado el día de Nochebuena, lo que hizo que el río Tiétar se desbordara anegando un pequeño tramo del final de La Vega de Jaraíz, con los consiguientes daños a las parcelas cubiertas por el agua, informa Faustino Martín.

Esta situación se repite desde hace varios inviernos, lo que motivó que los agricultores de la zona se sientan "en vilo", al temer que el agua anegue más parcelas, según indicó Gregorio Expósito. "Todo por culpa de que no limpian el cauce del río", en referencia a la Confederación Hidrográfica del Tajo.

La crecida del Tiétar estuvo motivada por el aumento de caudal experimentado en las 47 gargantas de La Vera, alguna de las cuáles, como es el caso de la de Pedro Chate, en Jaraíz, inundó la zona de baños del Lago. En Aldeanueva, la de San Gregorio, llegó a saltar por encima de la piscina natural, que hay junto al cementerio; mientras en Jarandilla "hemos tenido agua por todos lados, aunque sin grandes daños, si exceptuamos, algún socavón que otro", apuntó el concejal Pablo López. Además, el acceso a Guijo de Santa Bárbara más próximo a Aldeanueva quedó prácticamente cortado, debido al desprendimiento de una pared de piedra. La borrasca además afectó negativamente al servicio eléctrico de Aldeanueva, Jarandilla, Cuacos de Yuste y Garganta la Olla, donde se originaron varios cortes.

Ayer, la lluvia se convirtió en nieve en las montañas del norte de la provincia de Cáceres, las cuales quedaron cubiertas por una pequeña capa de esta precipitación, en los parajes más elevados. De hecho, el norte de Cáceres permaneció en alerta amarilla hasta las nueve de la tarde por acumulación de nevadas.