Más de la mitad de las viviendas que se compran en Extremadura se pagan al contado. Es lo que revelan las estadísticas del Consejo General del Notariado, según las cuales en los tres primeros trimestres del 2016 estos profesionales actuaron en 5.204 operaciones de compraventa de viviendas en la región, mientras que la cifra de hipotecas destinadas a adquirirlas que contabilizaron quedó muy por debajo: 2.429, un 46,7% del total. El resto, 2.775 (53,3%), fueron adquisiciones abonadas a tocateja. En el tercer trimestre la proporción llegó a ser del 59,4% (995 de 1.674). Con todo, el peso de las compraventas en dinero contante y sonante ha bajado en los últimos años en la región. En la pasada década, el máximo se contabilizó en el 2012, cuando supusieron más de un 70% del total.

A la inversa, igual que no todas las compras de una vivienda requieren de una hipoteca, no todos los prestamos hipotecarios son para acceder a la propiedad de una casa. Entre enero y septiembre pasados, los que tuvieron una finalidad distinta a esa fueron 1.952. Entre estos usos puede estar la adquisición de otro inmueble, la construcción de una vivienda, la reunificación de deudas o la financiación de proyectos empresariales.

En este sentido, aunque las variables relacionadas con el mercado inmobiliario han mostrado una muy clara tendencia a la baja durante los años de crisis, el nivel de la caída ha sido muy distinto en algunos casos. Las series históricas del INE, elaboradas en este caso a partir de las operaciones inscritas en el Registro de la Propiedad —igual que con los notarios, la participación del registrador, aunque habitual, no es obligatoria en las trasmisiones de inmuebles, por lo que los datos pueden variar de forma significativa entre ellos— lo muestran muy claramente. Desde el 2007 las compraventas de casas han caído a la mitad (de 13.396 a 6.299) mientras que la constitución de hipotecas —para que sean válidas aquí sí es necesario que una escritura notarial sea inscrita— se han desplomado en este mismo periodo a poco más de una quinta parte (de 23.030 a 4.886).

De hecho, desde ese ejercicio y hasta el 2011 la cifra de hipotecas vinculadas a viviendas superó cada año a las operaciones de adquisición que se efectuaron. La razón de este diferencial tan amplio —hasta un 72% más de hipotecas en un año— es que durante ese periodo, como en los ejercicios anteriores, fue habitual la utilización de préstamos hipotecarios con fines distintos al de la compra de una vivienda.

La información del INE, en este caso con el 2016 ya cerrado, también revela que el ejercicio pasado se reactivó el mercado inmobiliario. En cuanto a las hipotecas, el dato extremeño fue el mejor del último lustro, y supuso un 18,7% de incremento en comparación al 2015. Solo Castilla-La Mancha (23,8%) y Aragón (19,3%) ofrecieron alzas mayores que la extremeña.

Algo similar ocurrió en las compraventas, con un auge del 18,6%, cinco puntos por encima de la media nacional, y sobrepasado únicamente por Baleares (31%) y Cataluña (20%). Se trata del mejor registro desde el 2012.