La unidad de hemovigilancia de Extremadura, que velará por la calidad y seguridad en las transfusiones de sangre y sus derivados, entrará en funcionamiento en octubre del 2004, según las previsiones del director del Banco de Sangre regional, José María Brull. Así lo afirmó antes de la inauguración en Mérida de la Jornada sobre Hemovigilancia, en la que se analizó la experiencia de otras comunidades en este sentido y se constituyó el Grupo de Trabajo Extremeño sobre Hemovigilancia, que coordinará la constitución de la unidad regional, informa Efe.

Según Brull, su puesta en marcha responde a una directiva de la UE que establece febrero de 2005 como la fecha límite de entrada en funcionamiento de esta unidad, que analizará la reacción adversa que produce la sangre, ya sea en el donante en el momento de la extracción, en el laboratorio o durante la transfusión. Todos los estados miembros deberán crear un centro estatal de hemovigilancia que coordine los autonómicos.