Rafael Mateos y Antonio Guerrero abandonan la carrera por la presidencia del Partido Popular de Extremadura. Ambos comparecieron ayer en Cáceres de forma conjunta para anunciarlo: retiran sus candidaturas al congreso regional del partido que se celebrará en Mérida el 8 de noviembre. Una decisión que achacaron a los perjuicios que, según ellos, origina el proceso en la imagen y el seno de la formación política. "No queremos que nos acusen de haber contribuido a ello", se excusó Mateos, alcalde de Navalmoral de la Mata.

"Hemos detectado un clima de tensión y crispación preocupante. Existe un verdadero enfrentamiento que va más allá de lo normal, no solo por cómo se está desarrollando este congreso, con irregularidades, trampas y presiones, sino que se acumula a la división que arrastramos de antes. Como hombres del partido no podemos colaborar para que siga produciéndose esta crispación y esta división", fue el argumento del edil moralo, que recalcó que esta situación "solo beneficia al PSOE". Además, desestimó la idea de abandonar el PP.

Ambos rechazaron que la decisión se deba a los escasos apoyos recibidos de los compromisarios. A día de ayer, Mateos contaba con 46 avales y Guerrero con 53, lejos de los 108 necesarios para poder llevar su candidatura al congreso regional. "Si hubiésemos tenido el mínimo exigido también estaríamos aquí", defendió Guerrero.

ACEDO SIGUE El exalcalde de La Zarza explicó que el otro candidato del denominado sector crítico, Pedro Acedo, mantiene su intención de presentarse al congreso como alternativa a la lista oficialista, encabezada por el edil de Badajoz y presidente provincial del PP José Antonio Monago. En este sentido, insistió en que apoyarán todo lo que no sea respaldar a Monago y explicó que ha habido "pequeñas diferencias" con Acedo en las conversaciones para unificar sus candidaturas y que no entregará a nadie sus avales. "Los avales son quienes nos los han ofrecido y serán ellos quienes elijirán ahora qué hacer", esgrimió.

La comparecencia de ayer también sirvió para poner sobre la mesa nuevas denuncias sobre las presuntas irregularidades que, según Antonio Guerrero, se están cometiendo para favorecer la candidatura de Monago. Así, aseguró que se ha producido un trasvase de compromisarios de la comarca de Cabeza del Buey a la de Castuera, algo que "está prohibido"; que no les han facilitado los teléfonos y direcciones de contacto de los compromisarios; y que se ha "usado el grupo de la Diputación de Badajoz para amenazar u ofrecer subvenciones del Plan de Electrificación Rural 2007-2013 para que los ayuntamientos se abstengan de apoyar nuestras candidaturas y favorezcan a la oficial".

Mateos y Guerrero confiaron en una rebelión de los compromisarios durante el congreso regional, donde el voto será secreto. Y en todo caso, vaticinaron un mal futuro para el partido si gana Monago. "Le auguro no solo un fracaso, sino que aumentará el fracaso de la actual dirección", declaró Mateos.