La presidenta del comité organizador de las VI Jornadas Docentes Extremeñas de Medicina Familiar y Comunitaria, Carmen Caperote, manifestó ayer que el reto de los médicos de familia es el de convencer a sus pacientes de que no sólo deben acudir a su consulta cuando estén enfermos, sino también para que les aconsejen sobre hábitos para el bienestar.

Caperote argumentó que el papel que debe desempeñar el médico de familia "va más encaminado hacia la prevención y la educación para la salud, que sólo curar enfermedades".

En la misma línea, señaló que el médico debe ver más allá del cuerpo del paciente y sus síntomas, y analizar cuál es la forma de vida del enfermo y qué factores físicos o psicológicos están afectando o pueden afectar a su salud; para de ese modo convertirse en una especie de consejero para el bienestar.

Las jornadas reúnen en Cáceres a un centenar de médicos.