El Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado definitivamente el estudio de impacto ambiental de la mina de níquel de Aguablanca que la multinacional Río Narcea tiene previsto instalar en Monesterio. Así, el informe estatal, publicado en el Boletín Oficial del Estado, deja claro que el proyecto "ha alcanzado un nivel aceptable de prevención y corrección de impactos sobre el medio".

La iniciativa de Río Narcea para abrir una mina de níquel en Monesterio continúa adelante y, si nada lo impide, podrá empezar a extraer en Aguablanca en el primer trimestre del año que viene. De hecho, la propia empresa, cuyo consejero delegado es Alberto Lavandeira (en la imagen), avanza que su próximo objetivo es adjudicar "inmediatamente" el proyecto de construcción de la mina, que estará operativa durante once años y medio.

Además de los grupos ecologistas extremeños y andaluces --la mina se sitúa entre las provincias de Badajoz, Sevilla y Huelva-- el proyecto ha contado con la oposición de la Junta de Andalucía, que presentó a Medio Ambiente un informe en el que ponía en duda su viabilidad ambiental debido al tratamiento previsto para los residuos generados. Por su parte, la Junta de Extremadura presentó una serie de alegaciones que han sido atendidas en gran medida por la compañía, sobre todo en lo que se refiere a la localización de las escombreras que se van a crear.

El informe final explica que la industria ocupará un total de 345 hectáreas en un terreno dominado por dehesas de encina y alcornoque, por lo que la empresa deberá llevar a cabo cuando finalicen los trabajos de extracción un plan de restauración con el que se restaurará la vegetación autóctona. Además, el hueco dejado por la mina, de 300 metros de profundidad, se convertirá en un lago artificial.

Por lo que se refiere a la captación de agua para el lavado del mineral, la empresa necesita un caudal medio de 20 litros por segundo, para lo que se construirá una presa en el arroyo Helechoso y se captarán recursos de forma directa en el arroyo del Culebrín o en el Rivera de Cala.

Las emisiones de ruido y polvo están controladas, señala Río Narcea, que ocupará un kilómetro de vía pecuaria --la que va de Cordel de Almaden a Sevilla-- y que prevé un tránsito de más de 14 vehículos pesados cada día desde la explotación. También deberá poner en marcha un plan de seguimiento para controlar la evolución de las cigüeñas negras, las águilas imperiales, las águilas perdiceras, las nutrias y los linces ibéricos.

El veredicto favorable de Medio Ambiente culmina el proceso iniciado por la empresa en noviembre del 2001.