Lo de predicar con el ejemplo parecen habérselo tomado muy en serio en la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, que ha sido la primera en incorporar cuatro coches híbridos (que funcionan mediante la combinación de gasolina y electricidad, emitiendo menos CO2) a su inventario. Este es el punto de partida de un programa piloto para "fomentar la movilidad sostenible", aseguró ayer, durante su presentación en Cáceres, la directora general de Evaluación y Calidad Ambiental, María Pérez, quien destacó que "el modelo que hemos adquirido evita la emisión de una tonelada de CO2 a la atmósfera cada 24.000 kilómetros, lo equivale a plantar 72 árboles".

El elegido es el Toyota Prius porque, según Pérez, "aunque no queremos hacer publicidad a nadie, se trata de coches homologados y altamente eficaces". Este vehículo cuenta con un motor convencional, de gasolina, y otro eléctrico. Este último captura la energía derivada del consumo de combustible, bien para proporcionar velocidad, cuando es necesario, o para alimentar el sistema eléctrico del propio coche.

La responsable de Evaluación y Calidad Ambiental detalló que, en teoría, este modelo resulta especialmente efectivo en la ciudad, donde son más habituales las paradas intermitentes. Su intención, comentó, es comprobar que son eficaces, rentables y que realmente reducen las emisiones (aunque reconoció que esto último es más difícil).

En todo caso, esperan convertirse "en un ejemplo para el resto de la Junta", puesto que este guiño al medioambiente apenas afecta al bolsillo. "Tienen un precio bastante similar al de otros coches de su misma gama", apuntó la secretaria de la consejería, Consuelo Cerrato, que aseguró que pueden costar unos mil euros más, pero están exentos de pagar el impuesto de matriculación, con lo que, en total, la inversión ha rondado los 90.000 euros.